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Parque Natural de La Devesa-Albufera

El escudo de dunas incompleto del Saler

El cordón de dunas se ha reconstruido en un 80 % con una inversión de 28 millones que ahora peligra por la erosión del litoral - Hay tramos pendientes en la playa de la Creu y frente a la Casbah y el hotel Sidi

El escudo de dunas incompleto del Saler

El cordón dunar del Parque Natural de la Devesa, un valioso ecosistema en movimiento que protege el litoral de la erosión y actúa como gran reserva de arena está restaurado en un 80 %. Ha sido un largo y complicado proceso en el que se han invertido 36 años y 28 millones de euros. Entre 1970 y 1973, al socaire de los planes urbanísticos del desarrollismo, un ejército de máquinas pesadas destrozó el paisaje de arena del monte de la Devesa que se extendía a lo largo de 20 kilómetros de costa. El ayuntamiento de turno quería convertir la Devesa en un emplazamiento turístico de lujo a la orilla del mar, con un hotel de cinco estrellas (el Sidi Saler), 12 kilómetros de paseos marítimos, carreteras, un camping y apartamentos en primera línea de playa.

Lo que las excavadoras arrasaron en tres años ha tardado casi cuatro décadas en devolverse a su estado natural. La recuperación de la Devesa, sin embargo, está aún incompleta. El hotel Sidi, las torres de apartamentos, los restos del camping y del polideportivo del Saler, el campo de fútbol y el de golf del parador nacional de turismo, la venta de toros de la diputación y otras construcciones siguen siendo una anomalía en un parque natural, de cuya declaración como tal se cumplen ahora 30 años, y donde la regresión de las playas es una de sus principales amenazas. Así ha quedado de manifiesto tras el último temporal marino que ha estado al borde de tragarse los chalés de la urbanización La Casbah, ubicada en primera línea.

La movilización ciudadana, bajo el lema «El Saler per al poble», paró la destroza del plan urbanístico a tiempo, aunque ya se habían ejecutado varias construcciones, como ilustran las imágenes que acompañan este reportaje cedidas por la Oficina Devesa-Albufera. El ayuntamiento creó esta oficina técnica en 1980 para impulsar la regeneración del monte. Su actual director, Antonio Vizcaíno, explica que el cordón dunar es «un ecosistema muy valioso». Su restauración es fundamental para frenar la erosión de las playas del parque natural inducida por el efecto barrera del puerto y la falta de sedimentos fluviales.

La regeneración de la duna, con varios intentos frustrados en sus inicios, ha supuesto un desembolso aproximado de 28 millones de euros, de los que 3,6 han sido inversión municipal. Las subvenciones europeas han sido fundamentales para rehacer las dunas. La primera inyección europea llegó entre 2001 y 2004 a través del programa Life Duna que, con una inversión de 1,9 millones de euros cofinanciada por la ciudad, permitió desmontar el paseo marítimo de obra dura y reconstruir la duna en la playa Malladeta-Brava. Tuvo continuidad entre 2004 y 2008 con el programa Life Enebro, que inyectó otros 3,2 millones.

También han sido fundamentales las inversiones del Ministerio de Medio Ambiente y de la Generalitat, una de las más importantes la de l´Arbre del Gos, acometida en 2007 y donde se invirtieron 14,7 millones que incluyeron expropiaciones de suelo y la reconstrucción del sistema dunar con dos cordones y un paseo marítimo de madera por detrás de las montañas de arena y a cota de suelo.

Los tramos de cordón dunar pendientes de recuperar están al norte de la Devesa, en la playa de la Creu, donde se derribaron la antigua escuela de estibadores -de la que queda edificio en forma de barco-, el colegio Sebastián Burgos y la antigua fábrica de plásticos Plexi. También está «en proceso de eliminación» el polideportivo de El Saler. La urbanización de la Casbah y el Sidi, en la Garrofera, rompen igualmente el cordón dunar. Los años de la crisis han supuesto un parón en la recuperación de este ecosistema. La inversión millonaria realizada en recuperar las dunas peligra ahora sin una actuación de regeneración por parte de Costas para frenar la erosión del litoral. Recuperar la playa perdida al sur de Valencia requiere grandes aportes de arena y una inversión de 50 millones de euros, de la que esta semana Costas ha comprometido nueve.

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