La rehabilitación de todas las viviendas propiedad municipal, la mayoría ruinosas, en el barrio del Cabanyal y la edificación de los solares vacíos costaría entre noventa y cien millones de euros, según una estimación interna realizada por Plan Cabanyal, la sociedad pública que impulsa la regeneración del barrio participada por la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia.
Un coste que para los socios del PSPV del Govern de la Nau es inasumible únicamente con fondos municipales y que duplica el monto de las inversiones que se han captado en los últimos meses para regeneración del antiguo y castigado barrio de pescadores. Las distintas líneas de ayudas impulsadas por el Govern de la Nau, formado por Compromís, PSPV y València en Comú, supondrán la llegada de unos 50 millones de euros (30 millones de fondos europeos;12,7 más del programa de subvenciones del Área de Rehabilitación Urbana y 11 más del plan Confianza).
En el barrio del Cabanyal existen 592 inmuebles de titularidad pública (242 del Plan Cabanyal, 387 del Servicio de patrimonio del Ayuntamiento; 35 de la Generalitat y una vivienda del Ministerio de Hacienda). La mayoría fueron adquiridos durante el gobierno de Rita Barberá para ser derribados y llevar a cabo la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez, uno de los primeros proyectos del anterior gobierno derogados por el actual alcalde, Joan Ribó. De las 242 viviendas de Plan Cabanyal, hay 18 edificios de viviendas completos; 103 viviendas dispersas (34 en el bloque de Portuarios); 25 almacenes y 47 solares edificables. Se calcula que en el Cabanyal hay en torno a 150 viviendas ocupadas ilegalmente, más de 60 de propiedad pública.
La necesidad de buscar fórmulas para regenerar el elevado número de propiedades municipales será uno de los puntos de debate en las jornadas que se celebrarán esta tarde en el Ateneo Marítimo del Cabanyal bajo el título «Vive el cooperativismo», en las que participará la directora general de Vivienda, Rebeca Torró, y la concejala de Patrimonio, María Oliver, de València en Comú.
Oliver es una firme defensora de la reconstrucción del barrio dando prioridad al uso residencial y no ha dudado en bloquear el proyecto impulsado por la Universidad Europea en el Cabanyal para la creación del primer campus universitario privado y laico de la ciudad. Oliver defiende el uso residencial como prioritario para el barrio, preferiblemente, a través de cooperativas de viviendas y comparte las cautelas de los vecinos contra los proyectos especulativos. La concejala de València en Comú reiteró ayer que los solares municipales que se planteó permutar con la Universidad Europea en la confluencia de Blasco Ibáñez con Serrería están destinados a uso residencial y «un cambio del planeamiento debe estar justificado, sobre todo si cambias viviendas accesibles de promoción pública o a través de cooperativas por una universidad privada». «No estamos en contra de la inversión privada en el barrio pero debe haber retorno económico y social», destacó Oliver.
En las jornadas sobre cooperativismo, organizadas por la Federación de Cooperativas de Vivienda de la Comunitat Valenciana y Plan Cabanyal-Canyameral, se darán a conocer las iniciativas cooperativistas existentes en el barrio y su papel como motor de desarrollo económico y social. También se abordará cómo favorecer las alianzas público-privadas que impulsen la adopción de modelos de cogestión.
