El Ayuntamiento de València ve con buenos ojos la propuesta de Rain Forest de construir un gran parque acuático junto a Bioparc, instalaciones que también gestiona esta multinacional desde hace una década. En paralelo, la propia compañía ha celebrado ya al menos una reunión con el Servicio de Planeamiento para ver el encaje del proyecto en la parcela cedida en su día por la administración local, lo que significa que tanto el equipo de gobierno como la empresa quieren seguir adelante con un proyecto que a día de hoy se encuentra en un estado muy embrionario.

Rain Forest presentó su propuesta a mediados del mes de febrero después de que el Ayuntamiento de Valencia le instara a presentar sus planes para las dos parcelas, una a cada lado de Bioparc, que tiene en concesión desde hace años y que no acaban de tener un uso. Se ha hablado de un museo del fútbol, un parque de atracciones o un centro hípico, pero nada de eso se ha hecho finalmente. La crisis paralizó todas las actuaciones en ese sentido.

Su idea es construir un gran parque acuático que esté abierto tanto en verano como en invierno, con una inversión de entre 12 y 15 millones de euros y la creación de 70 puestos de trabajo.

El proyecto presentado, no obstante, estaba en una fase muy embrionaria y el Ayuntamiento de Valencia pidió a la empresa que desarrollara el proyecto y lo presentara en la Concejalía de Desarrollo Urbano para ver si se ajustaba a las exigencias de la parcela, calificada como zona verde.

El propio equipo de Gobierno tenía que evaluar si un parque acuático es la instalación más aconsejable para este espacio, situado en el extremo oeste del antiguo cauce del Turia y en el área geográfica y turística del Parque de Cabecera.

Y un mes y medio después parece que todo marcha por buen camino. Según fuentes oficiales, el Ayuntamiento de Valencia cree que «la idea del parque acuático no es mala», ya que en la capital no hay una instalación de estas características y además estaría abierto todo el año, con piscinas y atracciones de agua para la temporada de verano e instalaciones más propias del invierno como cañones, tirolinas, puentes tibetanos etc. «La empresa nos han presentado esta propuesta y no nos parece mal», dijeron las fuentes.

La empresa, por su parte, está dando los pasos para consolidar el proyecto. Al parecer, ya ha celebrado al menos una reunión con los técnicos del Servicio de Planeamiento para ajustar su proyecto en cuanto a superficie, edificabilidad y requisitos de una zona verde, que es como esa calificada esta parcela, al igual que el propio Bioparc.

La parcela que ocuparía el futuro parque acuático suma un total de 25.000 metros cuadrados, es decir, el equivalente a tres campos de fútbol, entre Bioparc y la rotonda de Campanar. Sigue estando libre la parcela que hay entre Bioparc y el Parque de Cabecera, que se ha descartado para este proyecto por ser más reducida de dimensiones.

En los terrenos del futuro parque acuático hay, además, tres importantes alquerías (Alquería del Rey, Camí del Pouet y Casa Figuerols) que serían rehabilitadas y destinadas, al menos una de ellas, a centro de interpretación de la naturaleza, conectando así con la filosofía de Bioparc, del que el parque acuático pretende ser, dentro de sus características propias, una extensión.

Podrían incluirse, además, en la ruta de alquerías de la ciudad de Valencia por su alto valor patrimonial.