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Un plan de recuperación premiado en Europa y olvidado en un cajón

Carmel Gradoli reclama un plan director que dé coherencia a los tramos que afloran en viviendas, patios, zaguanes y comercios

Torreón del siglo XI habitado con una terraza en la cubierta, en la calle Mare Vella-Beyto i Coll levante-emv

Varios tramos de la muralla del siglo XI, que quedó en desuso con la construcción de la muralla cristiana, han sido recuperados en los últimos años con más o menos acierto en viviendas, galerías de arte, comercios, hoteles e instituciones culturales y académicas. El hallazgo más reciente se produjo durante las obras del Palacio del Temple, sede la Delegación del Gobierno. Algunas intervenciones han sido respetuosas y acertadas, si bien «no tenemos una visión global del sistema defensivo» explica el arquitecto Carmel Gradolí, cuyo plan de recuperación patrimonial de la muralla islámica fue premiado en 2009 por Europa Nostra. El proyecto, encargado por la Conselleria de Obras Públicas, no ha llegado a ver la luz pese al reconocimiento internacional, tal como ya informó Levante-EMV. «No veo voluntad de llevarlo a cabo», afirma el experto.

Carmel Gradolí abogaba en su propuesta por la aprobación de un plan director de la muralla, con una metodología de intervención unitaria, que daba coherencia a los restos del sistema defensivo. Es importante, destaca, crear una señalética homogénea para todo el conjunto y aprobar un catálogo de materiales que permita poner en valor los restos en edificios, zaguanes y patios.

Gradolí asegura que «hay que cambiar la visión negativa que se tiene de los restos arqueológicos». «Tener un trozo de muralla en tu casa debe ser visto como un atractivo no como un problema». «Hay que incentivar a los propietarios para que recuperen las ruinas». Los tramos de muralla en zaguanes, patios interiores y locales podían quedar a la vista mediante acristalamientos.

El error de muchos planes, apunta el arquitecto, ha sido considerar la muralla como un elemento exento («que ya no es», apunta) lo que exige expropiaciones y derribos. «No podemos tirarlo todo para sacar el muro». Gradolí no es partidario de las expropiaciones más allá de las necesarias en los solares de los patios interiores para generar nuevos espacios públicos de calidad. El arquitecto, coordinador de la estrategia urbanística del Cabanyal financiada con fondos europeos, fue premiado por su propuesta de intervención para la muralla islámica, que permitía la recuperación de casi un 80% del lienzo. La muralla islámica discurría desde la plaza del Temple hasta Serranos donde giraba por la calle de las Rocas hasta la plaza de los Fueros, Roteros, plaza del Ángel y Beneyto i Coll, Mare Vella, Salinas, Caballeros y Bolsería hasta San Vicente por las calles de las Mantas y del Trench. Continuaba por la calle Cerrajeros hacia la Universidad, giraba en Trinquete Caballeros y desde allí hasta la Plaza del Temple.

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