El Govern de la Nau ha ofrecido a las Hermanas de los Ancianos Desamparados una solución para desbloquear la ampliación del asilo que las religiosas tienen en la plaza de Santa Mónica, unas instalaciones que se han quedado pequeñas y donde la lista de espera supera las 120 personas.
Tal como informó Levante-EMVLevante-EMV, la congregación, que gestiona 200 residencias en todo el mundo y tiene su sede central en València, ha solicitado a la Concejalía de Desarrollo Urbano una modificación del planeamiento para construir un nuevo pabellón en una esquina del jardín interior de uso privativo y 11.000 metros cuadrados (superficie similar a la del histórico jardín de Monforte) de sus instalaciones.
Las monjas necesitan que el ayuntamiento autorice la ocupación y edificación de 800 m2 de jardín. El edil de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, está dispuesto a tramitar la recalificación pero pide una compensación para la ciudad por el incremento de edificabilidad, en concreto, la cesión de mil metros cuadrados de jardín para la prolongación de la calle Santa Isabel y a la apertura de un nuevo eje peatonal que mejore la movilidad en el degradado entorno de la plaza de San Pedro Nolasco.
La apertura de esta calle, que afecta a una antigua acequia, reviste cierta complejidad porque requiere del traslado de un transformador eléctrico de Iberdrola. Las religiosas, con todo, valoran la propuesta y están dispuestas a perder otro tramo de jardín para permitir la apertura de la calle si el ayuntamiento desbloquea la modificación del planeamiento de modo que la reforma y ampliación de las dependencias de los ancianos pueda llevarse a término lo antes posible.
Adiós la joroba
El principio de acuerdo que las Hermanas de los Ancianos de los Desamparados alcanzaron en 2013 con el anterior equipo de gobierno de Rita Barberá y que no llegó a firmarse contemplaba igualmente una compensación para la ciudad a cambio de la recalificación de jardín para hacer la ampliación de la residencia.
Sin embargo, la cesión no era tan ambiciosa. El gobierno anterior solo pidió la cesión de 75 m2 y el retranqueo del muro recayente a la calle Almassora, una actuación que permitiría la eliminación de la joroba urbanística existente en este punto y ampliar las aceras actuales de apenas medio metro hasta los tres metros.
El Govern de la Nau pide a las religiosas una compensación mayor para la ciudad, casi mil metros cuadrados de jardín para abrir una calle, la de Santa Isabel, y conectarla con la calle Almassora, sin descartar tampoco la ampliación de las aceras en la calle Almossora.
Una actuación que se inscribe en el proyecto de reurbanización del entorno de la plaza de San Pedro Nolasco y la revitalización del mercado municipal. La apertura de esta calle permitiría mejorar la permeabilidad y la movilidad en la manzana de la calle Sagunto y Almassora, donde se encuentra la playa de vías del tranvía. Se hará eso sí a costa de una pérdida de 1.800 m2 de jardín (entre la cesión de suelo para la calle y para la ampliación).
