El barrio del Cabanyal, en proceso de regeneración urbanística y social tras años de abandono y resistencia vecinal a la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez, ha registrado este verano un repunte en la okupación de viviendas. Un fenómeno que dificulta los planes del Govern de la Nau para vender parte de las casas compradas por el anterior gobierno para derribar y fomentar la revitalización del barrio. La Sociedad Plan Cabanyal ha hecho frente durante el mes de agosto a cinco intentos de okupación, cuatro de ellos desactivados a tiempo tras la denuncia vecinal y la rápida intervención policial. En otro de ellos, no se llegó a tiempo y la familia ocupante ya se había instalado. La mayoría de intentos de apropiación de las viviendas, la mayoría en muy mal estado, se han producido en la denominada zona cero, en calles como la plaza de la Virgen de la Vallibana,Progreso y Luis Despuig. Entre las viviendas que se intentan okupar hay varias incluidas en el segundo proceso de subasta impulsado por la Sociedad Plan Cabanyal y el ayuntamiento.
El movimiento okupa, instalado desde hace años en el Cabanyal, rechaza el proceso de regeneración iniciado por el Govern de la Nau por entender que supondrá la gentrificación del barrio.
Ayer, se produjo otro nuevo intento de okupación, en esta ocasión, en la calle José Benlliure, en el número 185. Hasta en tres ocasiones, tuvo que intervenir la policía para impedir que un okupa accediese a la vivienda, cuyas puertas y ventanas tuvieron que ser tapiados para evitar nuevos intentos.
A pesar de la instrucción dada por el Govern de la Nau a los servicios jurídicos para actuar contra las okupaciones instando al desalojo, el problema ha ido a más este verano. Fuentes de la Sociedad Plan Cabanyal aseguran que los problemas de okupación de viviendas, sumados a las reclamaciones continuadas de los vecinos del barrio afectados por el mal estado de conservación de muchas viviendas de titularidad púbica, obligan a desviar recursos que debían destinarse a la regeneración del barrio.
En este sentido, la sociedad ha tenido que intervenir en las últimas semanas, a instancias de una denuncia vecinal, en la limpieza del patio de una de sus viviendas en la calle Lavadero. El inmueble ha estado okupado hasta el pasado verano. Las brigadas de limpieza han retirado de la vivienda una montaña de basura, en concreto, siete toneladas de residuos. Para su retirada, en la que se sigue trabajando, han sido necesarios diez contenedores.
Pese a los problemas de okupación, venta de drogas y convivencia que denuncian los vecinos, el interés por adquirir una propiedad en el mismo aumenta. Así lo constatan los datos recabados por la sociedad plan Cabanyal. En lo que va de año se han registrado 411 demandas de información de potenciales compradores de inmuebles en el barrio, casi la misma cifra registrada en todo 2016. Por el segundo proceso de subasta de viviendas municipales impulsado por Plan Cabanyal se han interesado 54 potenciales compradores, que ya han visitado, de la mano de los técnicos de la sociedad pública las viviendas en venta. Tal como informó este diario el consistorio abrió el pasado mes de julio el proceso de subasta de 14 inmuebles municipales con precios de salida de entre 17.000 y 64.000 euros y ubicados en las calles Progreso, Sol, Juan Mercader, Amparo Guillem, Mijares, Luis Despuig, Vidal de Canelles, Vicente Ballester y calle Padre Luis Navarro.
