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Ribó defiende que València ha cambiado el rumbo y ha salido de la «oscuridad»

El alcalde exhibe su política económica, la eficacia en la gestión y los avances en política social - «Mi apuesta es hacer de València una ciudad cómoda, amable, donde la gente salga de su casa para relacionarse, una ciudad de plazas y jardines»

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Debate sobre el estado de la ciudad de València

València ha cambiado el rumbo. La ciudad está en marcha y al dinamismo que vive ha contribuido, sin duda, el Govern de la Nau». De esta manera resumió ayer el alcalde, Joan Ribó, el estado de la ciudad en un debate de perfil bajo en el que no hubo ni grandes anuncios ni grandes peticiones. Los vecinos, 14 asociaciones, fueron, quizá, el elemento más dinámico y la parte más reivindicativa. La oposición, por su parte, atacó fundamentalmente los incumplimientos de estos años y la falta de eficacia. Ciudadanos entregó, eso si, un documento con 200 propuestas.

Una hora duró el discurso inicial de Joan Ribó, según el cual este debate sobre el estado de la ciudad será incluido en el futuro reglamento del ayuntamiento. Y su visión general de València, tras los dos primeros años de legislatura, es la de una ciudad que «sale de un pasado oscuro en el que era conocida por el despilfarro y las actitudes corruptas» y que quiere ser una «ciudad de las oportunidades», con un «gobierno municipal que funciona», y todo ello con el mejor antídoto posible: la transparencia.

La mejor prueba de eso es la economía de la ciudad. «Dejaron las arcas del ayuntamiento arruinadas y las estamos reflotando», dijo Ribó, cuya clave es «saber gestionar desde la eficacia y la honradez, mirando por la ciudad y no por los sobres con billetes de quinientos», en referencia a la Operación Taula del PP.

La reducción del plazo de pago a proveedores por debajo de los 10 días o la reducción de la deuda a 583 millones son los mejores ejemplos, suficientes, en cualquier caso, para que el alcalde pida una vez más al ministro Montoro que deje de seguir «ahogando» a la ciudad.

Esa buena gestión se habría manifestado también en el trato a los funcionarios, con 124 nuevas contrataciones, mejoras de los equipos informáticos, un convenio que recoge la carrera profesional y un acuerdo con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para sacar adelante la Ley de Capitalidad para València, una norma que aportaría los ingresos propios de la capital de la Comunitat Valenciana.

Avances sociales

Fuera de lo que podríamos llamar la casa consistorial, la ciudad también avanza, según Ribó, en el terreno social, con políticas de migración, de igualdad, de defensa de la escuela pública, de becas para el deporte base y con una gran inversión en jardines y parques. «Mi apuesta es hacer de València una ciudad cómoda, amable, donde la gente salga a gusto de su casa para relacionarse, una ciudad de plazas y jardines», especificó el alcalde.

En este sentido, el discurso se paró un momento en el problema de la limpieza. «Hemos aumentado el presupuesto en un 14,5% para acercarnos a media de las ciudades españolas», dijo Ribó, lo que le permite mantener la esperanza en este sentido.

El alcalde enmarcó todos estos esfuerzos en otro de los pilares de la gestión municipal, que es la sostenibilidad. Y en este sentido habló de la defensa de l´Albufera, de la defensa de los animales, que ha permitido duplicar el número de adopciones y reducir un 10% los abandonos; la movilidad, con una EMT que es la que más crece en viajeros de España, el anillo ciclista etc.

Y no pudo pasar por alto las Fallas, cuya gestión ha sido de todo menos tranquila. Su objetivo, dijo, es que las fiestas respeten a todo el mundo y eso ya se ha empezado a conseguir, pues las quejas han bajado en dos terceras partes en las últimas fiestas.

Los portavoces

Para acompañar el discurso del alcalde, los portavoces de los tres socios de Gobierno (Compromís, Partido Socialista y València en Comú) también dejaron su impronta en el debate, fijándose especialmente en las áreas que gestiona cada uno de ellos.

Así, la socialista Sandra Gómez recordó el descenso del paro en 18.500 personas, las contrataciones municipales y la atención a los mayores, todo ello para hacer «una ciudad donde haya más oportunidades, que sea más justa y que genere confianza».

Por su parte, María Oliver, de València en Comú, destacó el hecho de que las personas se hayan colocado en el centro de la acción política frente a la «gestión nefasta» del anterior gobierno en apartados como la Fórmula 1, Mestalla, el Cabanyal, la Marina o la ZAL. Defendió, así mismo, las políticas de participación, con la potenciación de las Juntas de Distrito; la política de acercamiento cultural a los barrios o el plan de bibliotecas. «Estamos haciendo un trabajo de fondo. No hacemos política espectáculo, pero sabemos dónde vamos», aseguró.

Y Pere Fuset, por parte de Compromís, se centró en los servicios sociales, en medidas como el incremento del 50% del presupuesto para emergencias sociales o mediaciones para no cortar la luz o el agua de nadie por impago.

Aludió, así mismo, al orgullo gay, a las mejoras en los mercados municipales, con mención a la próxima remodelación del Grao; a las mejoras en los museos de la fiesta, a los planes para el Cabanyal o al aumento del uso de la bicicleta.

«Ni de lejos está todo hecho. Venimos de donde venimos y el proceso es lento, pero los avances son reales. Ya se ven y más que se verán», concluyó en nombre de todos el alcalde, Joan Ribó.

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