Los vecinos del Cabanyal tienen desde ayer un nuevo retén de policía, de carácter provisional y disuasorio, con el que la Concejalía de Seguridad Ciudadana quiere reforzar la presencia de la policía local en la zona más conflictiva del barrio. Los vecinos de la calle Escalante, donde se ha ubicado el nuevo retén, compuesto por dos módulos de 30 metros cuadrados, se sorprendieron ayer por el dispositivo de grúas, camiones y coches patrulla montado por el ayuntamiento para el traslado de los módulos prefabricados.

«¿Esto qué es?» «¿un retén?» «Y¿para qué...? ¿...para la droga?», preguntaba un vecino de nacionalidad rumana que llevaba un niño en brazos. «Es una medida muy esperada y muy necesaria, por las noches esta zona da miedo», aseguraba otra vecina.

El nuevo retén de policía, donde habrá un agente de forma permanente, y que servirá de base de operaciones para las patrullas asignadas a la zona, «permite acercar el servicio a la ciudadanía, que nos lo pedía desde hace tiempo», explicó ayer la concejala de Seguridad, Anaïs Menguzzato. El retén, reforzado con rejas en las ventanas para evitar el vandalismo, se encuentra a solo 850 metros de la sede de la unidad séptima de la Policía Local, que atiende a todos los barrios del Marítimo.

La presidenta de la Asociación de Vecinos del Cabanyal, Pepa Dasí, acudió a la instalación del retén, que se ha ubicado en una zona muy degradada urbanísticamente, con numerosas casas ocupadas por familias gitanas, rumanas y okupas. Dasí asegura que la instalación del retén dará seguridad al barrio. Los vecinos confían en que la presencia continuada de la policía de barrio, cuya presencia aseguran los vecinos del entorno ya es muy visible, sirva para evitar problemas como el ruido y las molestias nocturnas. Y es que en lo que la mayoría de los vecinos coinciden es que por el día el Cabanyal es un barrio tranquilo, pero por la noche «hay zonas por las que no se puede ir», asegura uno de los clientes del bar contiguo al solar donde se ha instalado el retén, que trabaja como vigilante en un edificio antiguo que acaba de ser comprado para su rehabilitación.

Y es que en esta zona del Cabanyal ya empiezan a verse síntomas de recuperación y los andamios y grúas de empresas de rehabilitación empiezan a ser ya habituales y entornos como la histórica calle de la Reina han cambiado por completo con la reciente urbanización de aceras.

Los que más dudan sobre la operatividad del retén son los propios policías que aseguran que es difícil prestar nuevos servicios si no se dota, previamente, de más personal. Menguzzato asegura que en función del resultado del retén se estudiarán medidas para consolidarlo.