Enrique Vidal lleva dos años al frente de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y en este tiempo se ha marcado como objetivos mejorar la oferta y dejar de depender presupuestariamente de la Generalitat. En paralelo se gestionan las concesiones, especialmente la instalación del CaixaFórum en l´Àgora, una iniciativa que, según Vidal, está a punto de hacerse oficial.
P Después de dos años al frente de Cacsa, ¿cómo es la salud del complejo cultural más importante de València?
R La salud va mejorando. Esta empresa tenía un problema de gestión, porque primero estaba muy politizada y luego trataron de frenar repentinamente cuando vieron que se había desorbitado. Lo primero que hemos tenido que hacer es motivar a la plantilla.
P Económicamente esta entidad también ha sido muy dependiente de la Generalitat.
R Claro. Ahora nuestro objetivo es conseguir reducir al mínimo la aportación del sector público a esta empresa. Queremos que el gasto corriente se cubra con los ingresos corrientes y que la inversión corra a cargo de la Generalitat. De momento, en el año 2015 la Generalitat aportó 40 millones, en el año 2016 fueron 27 millones y este año van a ser 19. Esta es la tendencia y esa es la idea.
P ¿En cuanto a oferta y actividad qué se puede hacer en este momento?
R Lo primero que había que hacer es sistematizar el trabajo, ofrecer cosas que le gusten a la gente. Tener una oferta familiar. Espabilarse. Y luego hay que hacer que esto lo sientan los valencianos como suyo. Nuestro objetivo es mejorar o cambiar la reputación de la Ciudad de las Ciencias, que no sea considerada el centro de la corrupción, del despilfarro y de todo. Yo quiero que los valencianos se sientan orgullosos de algo que costó mucho dinero.
P ¿Y eso cómo se hace?
R Se puede hacer. Durante año y medio hemos visitado, junto con la Universitat, todos los centros de la Comunitat Valenciana donde hay huesos de dinosaurios y hemos hecho una exposición con ellos. Estamos dando visibilidad a la gente. Una persona de Morella que ve que se le escucha empieza a ver esto de otra manera. Y luego, un punto importantísimo es València ciudad. Una forma de acercarla fue la exposición del Ninot. Tener al mundo fallero favorable es muy bueno.
P Una de las vías de explotación del complejo han sido las concesiones. Ha ocurrido con l´Oceanogràfic y ahora está en marcha l´Àgora. ¿Se van a hacer nuevas «privatizaciones» para el Museo Príncipe Felipe o l´Hemisfèric?
R Ahora no lo contemplamos. Mañana ya veremos, pero en este momento no. De hecho, la concesión de l´Oceanogràfic nos la encontramos hecha. Pero ha ido muy bien. El modelo es diferente, antes se le pagaba a la empresa por gestionar y ahora la empresa nos paga un canon. Además, la gestión la hace Avanqua y lo hace muy bien. El cambio ha sido brutal.
P ¿Ha sido una liberación encontrarle una salida a l´Àgora, un edificio que costó 100 millones y que llevaba ocho o nueve años sin un uso permanente?
R Sí, sí. Ahí había dos problemas. Uno fundamental que era acabarlo. Eso era un dolor de cabeza. Y el segundo darle un uso. Acabarlo era fácil, pones millones y lo acabas. Pero ¿qué sentido le damos a eso? Entonces es cuando entra Presidencia y me dicen que están viendo la posibilidad de instalar el CaixaFórum. Y digo sí. Es la primera fundación europea y la tercera del mundo. Gente seria, seria. Y encima ponen 18 millones de inversión y 5 en gastos cada año. Pues ya ves. Inmediatamente decidimos acabar el edificio para tenerlo listo. Y Calatrava, que yo creo que estaba cansado, colaboró.
P ¿En qué momento está el acuerdo con la Fundación la Caixa?
R Todo va adelante. Siempre hemos estado de acuerdo. De hecho, ya nos han visitado 8 estudios de arquitectos que van a participar en el concurso. En este momento ya ha entrado la petición formal y antes de final de mes mi intención es publicar la oferta en el Boletín Oficial de la Generalitat. Hay que dar un plazo legal por si alguien quiere optar. Y si viene otro, pues le buscamos un sitio en la Marina o donde sea. Hay muchos.
P ¿Si esto está tan avanzado, por qué esas declaraciones suyas de hace unos días sembrando dudas sobre el proyecto?
R Fue un fallo mío, no supe explicarlo bien. Porque estábamos igual que hoy. Aquí lo que pasa es que ésta no es mi empresa, esto es el ámbito público y en el ámbito público tiene que haber igualdad de oportunidades. Eso quiere decir que si otro quiere l´Àgora hay que atenderlo.
P Después de esa turbulencia, ¿ha hablado con la Caixa, se han normalizado las cosas?
R Claro. El fallo fue de comunicación. Hablamos inmediatamente con ellos, yo y Francesc Colomer. Está todo bien, no hay ningún problema. En breve saldrá publicado en el boletín.
P ¿La obra de l´Àgora va bien?
R Avanza al ritmo de una obra pública, lleva un retraso asumible y el presupuesto, que salía por 4,6 millones, espero que quede dentro de los cinco. La obra tiene que estar hecha en abril, yo firmo que esté para junio.
P Este tipo de movimientos y concesiones hacen que la empresa Cacsa disminuya su campo de trabajo. ¿Es necesario hacer ajustes de plantilla, de presupuestos, de dinámicas...?
R Al revés. Eso fue antes. Aquí hubo un ERE y se fue el 40% de la plantilla. Había casi 400 personas y ahora hay doscientas. Aquí me falta gente. No llegamos. A mi entender la plantilla está justa, porque cada vez hay más visitantes.
P ¿La Ciudad de las Ciencias es el lugar más visitado de España?
R Este año acabaremos con 2,3 millones de visitantes pagando, porque luego resulta que el exterior es libre, con lo cual tenemos el doble de personas. Puede que estemos en los 5 millones. Nuestro propósito es seguir creciendo en cantidad y calidad, conseguir que la Ciudad de las Ciencias sea estimada por los valencianos, aliviar en lo posible el apoyo económico público, ser escaparate de la ciencia valenciana y un hito turístico de calidad.
