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80 millones de turistas en 2017

A la caza del turista cosmopolita

Los expertos consideran que el turismo de calidad es el que mejor se comporta y no el que más dinero gasta en la ciudad

A la caza del turista cosmopolita

Turespaña nació en 1984 como organismo para captar turistas y traerlos a España gracias a las campañas de marketing que han realizado desde entonces. Según datos de la entidad, en el periodo de enero a septiembre de este mismo año, los turistas internacionales gastaron en España 69.892 millones de euros.

Sin embargo, no todo es dinero. En la jornada Urban Tourism Trends organizada por el ayuntamiento de València, el director general de Turespaña, Manuel Butler, avisó del cambio de tendencia: «Durante mucho tiempo se ha apostado por alcanzar el todo, pero ahora hay que posicionar las ciudades y apostar por un segmento: el turista cosmopolita».

Esta apuesta decidida por un turismo más responsable coincide con la línea establecida en Turismo València, cuyo Plan Estratégico 2017-2020 ya contempla la ciudad como un lugar reconocido por su estilo de vida mediterráneo, su historia, sus tradiciones y cuyo modelo turístico es colaborativo, sostenible y rentable.

Un cambio de modelo que deja atrás los grandes eventos e infraestructuras para poner en valor lo genuino y endémico. Por ello, Butler explicó que Turespaña pone el foco sobre un tipo de turista que valora precisamente aquello que visita. «No se trata de rechazar los demás perfiles», aseguró, pero los esfuerzos hay que volcarlos en captar a los visitantes que tengan «amplitud de miras, que no crean en las fronteras, deseosos de aprender y tener experiencias locales».

Y esos esfuerzos surgieron por azar. La crisis económica recortó notablemente el presupuesto a Turespaña, y según Butler, invirtieron la partida en investigación. Los funcionarios del organismo comenzaron a realizar un estudio de campo riguroso durante 2 años para tratar de analizar qué perfil era el que más interesaba a España. Ahora, la apuesta por la demanda del turista cosmopolita de esta década «será clave en los próximos treinta años».

Los informes de segmentación de turistas arrojaban diferentes perfiles de los 75 millones de visitantes que recibe España y la visitan durante una semana. «Se tuvo que decir que sí y que no a determinados segmentos», y se apostó por el cosmopolita, que supone el 13% del total. ¿Por qué? Este perfil está definido por cuatro variables: sociales, económicas, de valores éticos y de comportamiento. Butler lo dejó claro y resolvió las sospechas, porque «no se identifica con el turismo de lujo", sino por personas con "interés y respeto por lo local».

Un perfil contrario a lo que se ha conocido en los últimos años de turismo de masas, debido a que las ciudades no han tenido claro el segmento de turistas que deseaban atraer.

Filtrar por el comportamiento

El turismo cosmopolita consume un 20% más que la media y, sobre todo, lo invierte en productos locales. La obsesión por este perfil supone un cambio de cultura y de rumbo, porque ahora el foco está sobre la demanda y no sobre el producto.

Butler incidió en la necesidad de buscar el civismo en el perfil de turistas que quiere atraer España: seleccionar un tipo específico para hacer más sostenible el turismo, que en este año 2017 está previsto que cierre el ejercicio con 80 millones de turistas en territorio español.

El director de Turisme Barcelona apuntaló la teoría. Para Jordi William Carnes, «no se trata de discriminar por si tiene dinero o no; ese es el error, pensar que el turismo de calidad es el que tiene dinero cuando en realidad es el que se comporta adecuadamente». Y lanzó el reto al que se enfrentan las ciudades en la actualidad, porque las ciudades «han de ser capaces de introducir cómo queremos que las personas se comporten en nuestro territorio a través de normas de convivencia», de la misma forma que se les exige a los ciudadanos residentes, hay que exigirlas también a los visitantes.

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