Uno de los tratamientos de belleza más frecuentados por todo tipo de personas es el de peluquería. Cada quien, con más o menos frecuencia, acude a su salón predilecto para dejarse mimar durante un tiempo y salir de allí con la cabeza alta y la autoestima mejorada. No obstante, en demasiadas ocasiones las prisas, el estrés cotidiano, las obligaciones, hacen que busquemos la rapidez y la inmediatez y que no dediquemos así a nuestro cabello o a nuestro rostro el tiempo que merece. Para solucionarlo, Rubén Ortolá decidió abrir en la calle Joaquín Costa, 20 de València su Soul Hair Salon. Este es un espacio donde el concepto de «slow» (lento) que ya está presente en otros sectores como la alimentación «slow food» frente al «fast food» cobra protagonismo. Aquí, de lo que se trata es de relajarse y disfrutar, pero también de ponerse en manos de los mejores profesionales para que determinen qué es lo más conveniente para todas las personas que pasan por sus manos.
Uno de los servicios más originales de este salón es su sala de spa. Allí, en casi total oscuridad, y con música ambiente y aromas agradables, los profesionales hacen masajes a sus clientes y les lavan el cabello. Pero antes de pasar a este peculiar rincón, la cita empieza en el salón bar; una barra muy particular donde los protagonistas son los tintes de todo tipo, aunque también existe la posibilidad de tomarse un refresco, un café o una cerveza al tiempo que un peluquero especializado le hace al cliente una entrevista para averiguar qué deseos y qué necesidades tiene.
El propietario de Hair Soul Salón, Rubén Ortolá, lleva más de 20 años regentando una peluquería familiar en Gandia. Él quería usar su experiencia para dar un paso más y pensó en València, y concretamente en el barrio de la Gran Vía, para expandir sus horizontes. «Es una zona con mucha competencia. Y queríamos hacer algo diferente que llamara la atención. Nos centramos en llevar a cabo un buen diagnóstico. Buscamos una comunicación extensa y certera con los clientes para conocer sus necesidades», explica. Otro objetivo era generar un ambiente diferenciador, tanto a nivel decoración como en los servicios ofrecidos. Ahí fue cuando surgió la idea del spa y la diferenciación de zonas. De este modo, ahora poseen una parte para los tratamientos de color, otra para el corte de señoras y otra para el de caballeros. «Intentamos, por ejemplo, que las mujeres no estén expuestas a la calle con las mechas y los tratamientos de color», argumenta Ortolá.
Además, en este salón trabajan siempre con las mejores marcas de peluquería, y tienen buena parte de ellas también a la venta en otro apartado que está en la entrada, junto al mostrador.
El Soul Hair Salón crece a cada día que pasa y tanto es así que su propietario ya se está planteando abrir otros locales similares en la ciudad a modo de franquiciados.
Ortolá asegura que su perfil de cliente son, sobre todo, mujeres, de entre 35 y 60 años que aprecian la calidad y los tratamientos personalizados: «vienen con la intención de cuidarse su cabello, y también de dedicar un espacio para el relax y el cuidado personal», dice. Él asegura que en València se aprecia la calidad y el buen gusto y por eso confía en que su modelo de negocio siga progresando y ganando clientela. Otra característica del Hair Soul Salon es que ofrece promociones exclusivas y muy atractivas cada mes para sus clientes. De este modo, en enero habrá una campaña de keratina, que pasará a costar 99 euros en vez de los 150 euros habituales: «ofrecemos un 35 % de descuento y lo promocionamos a través del correo electrónico o de nuestras redes sociales», indica.
