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Reglamento

El protocolo del Mercat no se pronuncia sobre la vestimenta de los turistas

El nuevo reglamento obliga a los guías turísticos a dar las explicaciones fuera del recinto y a evitar la circulación de grupos por los pasillos

El protocolo del Mercat no se pronuncia sobre la vestimenta de los turistas

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de València aprobará hoy el Protocolo de Buenas Prácticas para el Turismo en el Mercado Central, o lo que es lo mismo, una serie de instrucciones dirigidas a los guías turísticos para que los visitantes no interfieran negativamente en la actividad del recinto.

Una de las cuestiones que remarca es que las explicaciones se den fuera del mercado y luego no caminen en grupo por los pasillos ni obstaculicen las entradas. Sin embargo, no dice nada del decoro en la vestimenta, es decir, de prohibir ir en chanclas o sin camiseta, como proponían los vendedores, que confían todavía en incluir ésta y otras normas en la Ordenanza de Mercados, cuya tramitación aún no ha terminado.

El protocolo que hoy se aprueba ha sido consensuado entre el Ayuntamiento de València, los Guías Oficiales de la Comunitat Valenciana, la Asociación de Vendedores del Mercado Central y la Fundación Turismo València. Y va dirigido a los guías profesionales, que son los responsables del comportamiento de la mayoría de los miles de turistas que visitan el Mercado Central a diario.

A los propios guías se les exigirá llevar la correspondiente acreditación oficial y dar sus explicaciones sobre el edificio en el exterior del recinto y sin entorpecer los accesos de cualquiera de las siete puertas. Tampoco se podrán recorrer los pasillos en grupos de más de diez personas, no se podrá tocar el género y habrán de ser respetuosos con la actividad de vendedores y clientes, no haciendo fotos donde se prohíba expresamente y dejando siempre libres las rampas y los pasamanos.

Los vendedores quieren más

Por su parte, la Asociación de Vendedores del Mercado Central colaborará con el Ayuntamiento de València para señalizar las puertas de acceso al mercado así como los baños accesibles para los clientes, señalización que deberá hacerse en varios idiomas para dar respuesta a las necesidades de los turistas.

El protocolo entrará en vigor en el momento que sea firmado por todas las partes que han intervenido en el mismo y su duración inicial será de tres años.

No serán, en cualquier caso, las únicas normas que se apliquen a los visitantes del Mercado Central. Según explicó ayer el presidente de los vendedores, Francisco Dasí, este protocolo es un «acuerdo de mínimos» en el que todas las partes, incluidos ellos han tenido que hacer concesiones. No se recoge, por ejemplo, una de las propuestas estrella de los vendedores, que es la prohibición de entrar en el mercado con indumentaria poco respetuosa con un recinto en el que se venden productos alimenticios, como por ejemplo ir sin camiseta o en chanclas.

Según Dasí, este asunto podría recogerse en la Ordenanza de Mercados, cuya tramitación aún no ha terminado. En el periodo de alegaciones, los vendedores introdujeron ésta y confían en que finalmente se incluya, pues la consideran muy interesante.

También han presentado alegaciones para que los mercados municipales de la ciudad, no sólamente el Mercado Central, puedan regular de forma autónoma la entrada de turistas, incluida una limitación de los flujos, propuesta que también esperan que salga adelante en la nueva ordenanza.

En cualquier caso, Francisco Dasí valoró muy positivamente la firma de este protocolo porque pone de acuerdo, aunque sea en cuestiones básicas, a todas las partes implicadas en este problema. De hecho, el protocolo se marca como objetivo global «crear y mantener una cultura de calidad en las visitas turísticas al Mercado Central» y «proteger el uso de este espacio para favorecer el correcto desarrollo de la actividad del mercado y evitar colapsos dentro del mismo».

Hay que tener en cuenta que el Mercado Central de València se ha convertido en los últimos años en uno de los referentes turísticos de la ciudad, pues es una de las galerías de fresco más importantes de Europa y además es un edificio histórico, de principios del siglo XX, y una joya del modernismo valenciano.

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