El Ayuntamiento de València aprobará una modificación de crédito en el próximo pleno municipal para gastar más de la mitad de los 62 millones del remanente de tesorería el año pasado, operación que el Gobierno central ha permitido adelantar sin esperar a los Presupuestos Generales del Estado.

Según ha explicado Ramón Vilar, concejal de Hacienda, veinte millones serán para pagar expropiaciones, con lo cual la denominada cuenta 413 se quedará «limpia por completo». Otros 4 millones serán para la reposición de autobuses de la EMT, y otros tantos irán destinados a la renovación de alcantarillado, aceras y asfaltados.

Luego, se han previsto cantidades menores, como 500.000 euros para material técnico de la Policía Local, otro tanto para reforma de mercados, 600.000 para Acción Cultural y otro medio millón para Jardines.

Se trata en todos los casos de inversiones sostenibles, es decir, que no generan al ayuntamiento gastos posteriores. Y en el pleno del mes de mayo, anunció Vilar, seguramente irá una nueva modificación de crédito para los apartados de personal o de gasto corriente.

El año pasado el remanente de tesorería fue de 62 millones, aunque el superávit contable se alargó hasta los 90. Y una vez aprobado su gasto por parte del Gobierno, el equipo municipal se ha apresurado a invertirlo.