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Opinión

En 1761 fue derribada parte de la muralla romana para levantar el Temple

La muralla árabe debió seguir el mismo recorrido que la romana, retranqueada y más cercana al río. La cristiana hizo similar recorrido y a partir del Temple se abrió para acoger la llanura de Santo Domingo

En 1761 fue derribada parte de la muralla romana para levantar el Temple

A pesar de tenerse como seguro que la ciudad de Valencia es de fundación romana -ab urbe condita- no se sabe mucho de ella. El hallazgo de cimentaciones y lienzos de las murallas islámica y cristiana estos días con motivo de la construcción de nuevas canalizaciones para el agua potable entre los puentes del Real y de la Trinidad y calles adyacentes ayudarán a acrecentar el conocimiento del perímetro de la muralla romana de la urbe asentada sobre el primitivo oppidum ibericum.

Beuter (1550) testimonia que en el Portal de la Valdigna había restos de muros de cal y canto, romanos. Teixidor (1761) vió derribar parte de una muralla romana, construidas con la técnica de cal y canto para levantar sobre su solar el palacio del Temple. Cruilles (1876) relata que «al derribar la barbacana o antiquísimo muro que ceñía las casas o Palacio del Temple y guiaba a la Torre, para dar lugar a la construcción del actual edificio se halló una lápida con inscripción romana que servía de base a un pilar». Nicolau Primitiu (1927) cuenta que cuando se estaba haciendo obras de alcantarillado con picos neumáticos se destruyó los cimientos hechos de sillares de un torreón redondo, probablemente romano, apareciendo piedras con inscripciones latinas. Tarradell (1962) decía que «nunca se han hallado restos de muralla que pudieran marcarnos su perímetro funcional» y presuponía que la muralla romana seguiría el curso de la medieval por el este de la ciudad junto al río.

Esteve Forriol (1979) afirmaba que en un muro lateral del Temple «se conservan restos de la primitiva fortaleza romana». Este autor dedicó buena parte de su libro «Valencia, fundación romana» a desarrollar la hipótesis sobre el recinto fortificado y los territorios primitivos de Valencia. Defendía que hasta 1761, observando el mapa del P. Tosca, que había una torre romana cuadrada en este lugar. Detectó restos de otro torreón romano que pudo haber sido demolido para construir la puerta islámica de Alí-Bufat.

En esta zona, la muralla árabe debió seguir el mismo recorrido que la romana, retranqueada y más cercana al río. La muralla cristiana hizo similar recorrido, también poco más pegada al cauce, y a partir del Temple se abrió siguiendo el curso del Turia para acoger la llanura de Santo Domingo, hoy Capitanía. La ampliación fue porque el arzobispo Andrés de Albalate regaló los terrenos a los dominicos para que construyeran un convento y quiso quedara protegido por los muros de la ciudad, por lo cual «costeó de sus propios el pedazo de Muralla que hay desde la Puerta del Cid, hasta más allá donde se fabricó con el tiempo la Ciudadela, y se conoce quan diferente es de la que se hizo después», explica Oller.

La construcción del muro cristiano fue aprobada en 1356 y las obras principiaron en 1358, concluyéndose en 1381, aunque otros historiadores las dan por terminadas en 1421, siendo todas ellas proyectadas y ejecutadas por la Fábrica de Murs i Valls, una especie de empresa pública de la época.

Durante la Guerra de Sucesión, el general Juan Bautista Ramos Baset, cabeza de la causa austracista en el Reino de Valencia contra el Borbón, hizo reconstruir el lienzo de muralla cristiana desde la torre del Temple hasta la puerta del Real por el deterioro en que se encontraba, para lo cual «se arrancaron todas las piedras sillares del muelle del Grao, que son las mismas que se ven en dicho trozo y parte que corresponde a la plaza del Temple» según Lamarca.

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