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El plan verde desaconseja edificar en el Grao por riesgo de inundación

El documento que redacta la Concejalía de Ecología Urbana, en manos de Compromís, advierte del riesgo de desaparición de las playas de Pinedo y las Arenas por la subida del mar

Fachada marítima con el PAI del Grao y la desembocadura del Turia, la Marina y las Arenas. | LEVANTE-EMV

La memoria del Plan Verde que tramita la Concejalía de Ecología Urbana, en manos de Compromís, advierte del riesgo de inundación debido al cambio climático y la subida del nivel del mar en el futuro barrio del Grao y en Natzaret. Un riesgo ante el cual el documento impulsado por la Concejalía de Ecología Urbana y elaborado por la empresa Aranea aconseja dejar libres de edificación amplias zonas donde hay previsto edificar cientos de viviendas, oficinas y dotaciones deportivas. También sufrirán las consecuencias del cambio climático las playas de Pinedo y las Arenas, las más próximas a los diques del recinto portuario, que corren incluso el riesgo de desaparecer.

En previsión de estos escenarios, el nuevo Plan Verde del ayuntamiento, el documento que regulará la infraestructura verde de la ciudad y llamado a marcar en gran medida las políticas de urbanismo, prevé la creación de espacios libres de edificación (ecotonos) en la frontera urbana con el litoral. La función de estos ecotonos es garantizar la continuidad entre la infraestructura verde y el mar «indispensable para mejorar la resiliencia del entorno y la biodiversidad de los ecosistemas». El plan verde de València hace suyas las propuestas de creación de corredores ecológicos y las «ventanas al mar» que prevé como elementos de conexión libres de edificación el PAT de la Huerta de València. «Se asumen los objetivos del PAT de la Huerta de València de preservar estos espacios libres de edificación para que puedan cumplir su doble función.

«Los espacios de encuentro entre la ciudad y el mar son altamente demandados y suelen estar ocupados por una amplia variedad de usos y construcciones», expone el documento, lo que genera una escasez de espacios de amortiguación y adaptación al cambio climático.

Sobre los efectos que puede tener el cambio climático en el entorno más cercano, el Plan Verde toma como referencia el «Visor para la adaptación al cambio climático de la costa» desarrollado por la Generalitat Valenciana. Este visor concreta la peligrosidad, los impactos y los riesgos del cambio climático sobre el litoral de la Comunitat Valenciana.

El plan verde prevé así la creación de tres ecotonos de adaptación a los efectos del cambio climático con riesgo de inundación en el Cabanyal-La Malva-rosa, el Grao de València y el barrio de Natzaret-Puerto de València

Tanto el Cabanyal como La Malva-rosa, «se ven altamente afectados por los posibles temporales y más si se tiene en cuenta el efecto de la subida del nivel del mar derivado del cambio climático». Se trata de zonas urbanas consolidadas con edificaciones de entre dos y cinco alturas. En todo este tramo de costa se cuenta con un amplio paseo marítimo que puede jugar un papel crucial a la hora de diseñar las estrategias de adaptación y mitigación de las futuras inundaciones, expone el plan verde.

En el entorno de la antigua Estació del Grau, entre la Marina de València, el cementerio del Grau y el antiguo cauce del Turia, «existen unos suelos sin edificar que actualmente acogen usos residuales o temporales», señala el plan verde en relación al PAI del Grao, que añade que «esta zona coincide precisamente con el área afectada por riesgo de inundación debido al crecimiento del nivel del agua en el antiguo cauce». El plan aconseja así «aprovechar estos terrenos como espacios de amortiguación entre los fenómenos costeros y la ciudad».

Por su parte, la situación de los terrenos situados en la frontera entre el barrio de Natzaret y la zona portuaria es similar a la de aquellos del Grau. «Al otro lado del antiguo cauce del Turia se ven afectados por un riesgo de inundación mayor aún que los anteriores». Este riesgo afecta a la zona urbana consolidada del barrio, con edificaciones de entre dos y cinco alturas. Es por eso que estos terrenos situados en la frontera entre el barrio y el puerto, sin edificar y con usos residuales, deben ser ese ecotono de amortiguación entre la ciudad y el mar. Aquí el cumplimiento de las previsiones urbanísticas tiene mayor encaje que en el Grao, donde hay previsto construir cientos de viviendas, ya que los terrenos en la frontera del puerto con Natzaret forman parte del futuro gran parque de Desembocadura.

La playa de las Arenas, en el barrio de El Cabanyal, en su contacto con el Puerto de València muestra un retroceso de aproximadamente la mitad de su superficie en el horizonte del año 2100. Esta zona de la playa cuenta con un amplio paseo marítimo seguido de una franja de edificaciones de uso terciario y zonas verdes que separan la costa del área del barrio más densificada. Por el otro lado, al sur de la playa, el espigón de la Marina Norte supone un límite rígido en el ámbito de mayor impacto, advierte el plan.

No es más favorable el panorama para la playa de Pinedo que desaparecería por completo si se cumplen los peores pronósticos del cambio climático. Los escenarios menos benévolos incluyen el impacto sobre la primera línea de edificaciones de la costa. Este ámbito triangular de playa, entre la pedanía y la desembocadura del Turia, seguido de los campos agrarios junto a la Acequia del Canal deberían servir de espacios de amortiguación de estos efectos tan devastadores, aconseja el plan verde.

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