Se quedó a las puertas de coronarse como la mujer más bella del Universo. La bella morena de 23 años Patricia Yurena Rodríguez, Miss España 2008, solo fue superada por la venezolana Gabriela Isler. Sin embargo, acabar como Primera Dama de Honor del Certamen la ha colocado a la altura de las mujeres españolas que han logrado deslumbrar más allá de nuestras fronteras, como Amparo Muñoz (Miss Universo 1974).

Nacida en Santa Cruz de Tenerife, Patricia Yurena soñaba con prepararse para ser profesora de dibujo. Pasaba sus tardes libres en la playa de Tajao, en Granadilla de Abona, donde sus abuelos tenían un restaurante que era el punto de encuentro para la familia y las amigas de Patricia, en el que todos podían disfrutar de ricos platos de pescado frito, un manjar que a la modelo le encanta.

El deporte, junto con el mar, era otra de las grandes aficiones de Patricia antes de consagrar su vida a los concursos de belleza y el modelaje. Jugando al voleibol llegó a formar parte de equipos federados como el Granamar. Así, cuando era pequeña nunca pensó en dedicarse al mundo de las pasarelas, ya que a ella le gustaba el deporte. "Pero dejé los tenis y me calcé los tacones", resume la granadillera.

Sus primeros pinitos sobre las pasarelas los hizo en una de las fiestas del barrio de Charco del Pino. Como la chica explica, fue la dueña del supermercado del barrio la que le propuso presentarse a reina de las fiestas representando al establecimiento. "Yo lo que quería realmente era irme con mis amigas pero Chari (la dueña de la tienda) y mi madre me insistieron mucho", narra Patricia.

Y con tan solo 17 años se proclamó Miss España en el año 2008. Tras su victoria en el certamen, Patricia Yurena se trasladó a estudiar interpretación a Madrid. La modelo asegura que le gustaría encaminar su carrera hacia el mundo del cine y el teatro, pero sin olvidar las pasarelas, donde ya se mueve como pez en el agua.

Muy golosa

Patricia asegura que cuida su alimentación pero, sin embargo, no se priva de uno de sus grandes vicios: el chocolate. "Soy muy golosa y cada día me como un par de onzas de chocolate porque una solo me sabe a poco", explica.

Durante las jornadas previas al gran día de la gala de Miss Universo, asegura que no se privó deninguno de los antojos gastronómicos que le dieron. A pesar de eso, trató de comer de forma suave porque "si comes ligero, te sientes ligera desfilando", explica.

"Muchas de ellas prácticamente no comieron, pero yo acabé comiéndome mi postre y el de la compañera que tenía sentada al lado", reconoce entre risas.

Ahora Patricia no para. Entre entrevistas con los medios de comunicación le surgen mil proyectos y posibilidades de trabajo, entre la que destaca la propuesta del magnate Donald Trump para que se vaya a trabajar a Nueva York. "Voy a aprovechar mi momento, y donde me quieran, allí estaré", sentencia la tinerfeña.