El peligroso auge de la extrema derecha

Patricio Simó

Patricio Simó

El acto que organizó Vox el pasado domingo en el Palacio de Vistalegre con presencia del presidente argentino Javier Milei y de otros presidentes europeos como Orban o Meloni, aunque estos no lo hicieron de manera presencial sino por videoconferencia, también asistió la líder de Alternativa para Alemania Marine Le Pen demostró el poder de la ultraderecha en Europa, con un recinto abarrotado de público, más de 10.000 personas que aplaudían entusiasmadas al presidente de Argentina Javier Milei que hizo un encendido discurso en contra de la inmigración y del socialismo.

Los insultos hacia el presidente del Gobierno han desencadenado en una crisis diplomática sin precedentes en la historia entre dos países hermanos como son España y Argentina con enormes vínculos no solo de amistad sino también comerciales y económicos por valor de más de 18.000 millones de euros. Milei no se ha retractado de los insultos vertidos en el mitin de Vistalegre donde llamó “corrupta” a la mujer del presidente Pedro Sánchez sino que se ha reafirmado en ellos.

Vox es en España la tercera fuerza política y los sondeos pronostican unos buenos resultados en las elecciones al Parlamento europeo para la formación de Abascal que inicia este domingo en Valencia, donde gobierna con el PP, su primer mitin electoral y donde se espera un lleno absoluto en el coso valenciano.

La ultraderecha es parte de los gobiernos de cinco países de la UE como son: Italia, Hungría, Finlandia, Polonia y Letonia y en Suecia prestan su apoyo al actual gobierno de Kistersson.

La presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen se ha abierto a pactar con la extrema derecha frente al cordón sanitario que conservadores, democristianos, liberales y socialdemócratas habían forzado en el Parlamento europeo para aislar a los grupos ultras.

Las elecciones al Parlamento europeo del próximo 9 de junio son determinantes para frenar el auge de la extrema derecha que amenaza con dinamitar las políticas europeas a través de un mensaje xenófobo y racista. Es importante que no haya una mayoría ultra en el Parlamento Europeo porque es donde se “cocinan” las políticas de los Estados miembros.