A partir de la 1.30 horas de la madrugada del domingo al lunes, Paterna se convierte durante 30 minutos, en la capital mundial del fuego con su ancestral Cordà, un espectáculo de luz y pólvora declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2017.

Las crónicas ya hacían referencia allá por el 1863 a la Cordà, celebrada en un tramo del Carrer Major, el mismo que volverá a acoger este año a 330 tiradores, que en apenas media hora prenderán una tonelada de pólvora en forma de coets, coetons, arrastradores y femelletes.

Tal celebración merece un ritual a la altura. Desde el recorrido de la bengala verde por toda la calle mayor, que marca inicio de la Cordà, como el protocolo que siguen todos los tiradores a la hora de vestirse: ropa interior larga y de algodón, pantalón y camisa vaquera o pana y el mono de cuero, además de botas, guantes y casco metálico.

Todo el que participa en la Cordà señala que las sensaciones vividas dentro de una nube de humo y fuego son difíciles de explicar. «Es el ADN de Paterna. El fuego en sí, somos nosotros», apunta Vicent Pla, coeter major, con cincuenta cordaes en su currículum. El paternero explica que en la Cordà «se trata, por descontado, de pasarlo bien», pero también «de tener en mente al compañero que tienes al lado, estar pendientes el uno del otro». Y es que una tonelada de pólvora disparada en pocos minutos y en un tramo de calle de apenas unos cientos de metros tiene su alto riesgo, con los tiradores rodeados por cientos de coets y femelletes. «Antes de la Cordà, me gusta visitar la imagen del Cristo para pedirle que no haya ningún quemado», confiesa Pla.

En este sentido, la seguridad es uno de los aspectos que cada año mejora Paterna, para la celebración de la Cordà. Así, este año se ha introducido la novedad de identificar los portales del Carrer Major con pintura luminosa, para facilitar el trabajo de los servicios de emergencia en caso de que ocurra cualquier incidente. Esta nueva medida se suma a la de chip identificativo que debe portar cada tirador.

Además, el dispositivo de seguridad de este año estará formado por 150 miembros entre policía local y protección civil, bomberos, sanitarios, UVI móvil, un hospital de campaña y un puesto de mando avanzado donde están representados todos los cuerpos de seguridad. Así, también se colocarán bloques de 700 kilos en los accesos de entrada a la calle Mayor para brindar la zona durante la Cordà e impedir el acceso de vehículo.

La Cordà 2018 será la segunda que se celebre bajo el galardón de Fiesta de Interés Nacional, un título muy ansiado por el consistorio y por las entidades vinculadas al acto como Interpenyes, la Comisión Técnica del Fuego y el Consell Sectorial de la Cordà.