El Gobierno en funciones ha designado al ex ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, para un alto cargo como director ejecutivo en el Banco Mundial. No sé si esta designación va alterar los planes de la formación naranja de seguir apoyando en un futuro a Mariano Rajoy. Desde luego, no es un buen comienzo.

La designación del ex ministro José Manuel Soria ha irritado en las filas del PP, que no la consideran ni oportuna ni el candidato idóneo para el puesto. En Internet una conocida plataforma digital ha iniciado la recogida de firmas para que Soria no represente a nuestro país en un organismo hasta ahora prestigioso como el Banco Mundial.

Hay que recordar que el ex ministro de Industria salió absuelto por un caso de corrupción urbanística cuando era presidente del Cabildo insular de Gran Canaria.

Recientemente, su nombre apareció en los Papeles de Panamá al figurar su nombre como administrador en una sociedad "offshore", algo que desmintió nada más conocerse la noticia, pero después los hechos lo corroboraron y le obligaron a presentar su dimisión como ministro y a dejar su escaño de diputado.

Con semejante currículum no es la persona adecuada para representar a España en una institución como es el Banco Mundial ni en cualquier otra instancia, mientras no se depuren y aclaren sus responsabilidades.

Aunque hay quien sostiene como el propio Luis de Guindos que sería ilegal negarle el puesto, el nombramiento de Soria como director ejecutivo del BM por parte de un gobierno todavía en funciones es amoral y poco ético desde todos los puntos de vista.

Sorprende que una institución como el Banco Mundial, cuyo propósito declarado es reducir la pobreza mediante préstamos a bajo interés y prestar apoyos económicos a las naciones en desarrollo, entre otras funciones, pueda tener en nómina a una persona que, presuntamente, tenía una sociedad opaca en un paraíso fiscal como las Bahamas para eludir pagar impuestos.

El PP debería haber tenido esto muy clarito desde el principio, antes de nombrarlo para cualquier cargo público. Graso error, que, sin duda, tendrá consecuencias políticas para el PP.