La izquierda trata de sacar punta cada vez que se menciona a Franco y no va acompañado del término dictador. Eso es lo que le pasó a la consejera de Justicia de Vox Elisa Núñez cuando en una entrevista que concedió a un periódico local, nada sospechoso de ser de izquierdas, el periodista le preguntó a la consejera sobre Franco y esta dijo que era un personaje histórico, sin apostillar lo de dictador. Y claro, se montó la marimorena y la izquierda rauda cada vez que no se condena el franquismo ha pedido la dimisión de la consejera que pocas horas después rectificó y calificó a Franco de dictador.

Pero, aún así, la izquierda ha pedido su cabeza. No por su gestión que sería lo lógico sino por calificar a Franco de personaje histórico.

Franco fue un personaje histórico como lo fueron Stalin, Hitler, Mussolini o Lenin. No se puede borrar de la historia a los dictadores, aunque algunos siguen empeñados en reescribir la historia a su antojo.

A la izquierda le ha salido mal esta vez la campaña con la que querían poner entre las cuerdas a Carlos Mazón que no tardó ni cinco minutos en matizar las palabras de la consejera de Justica y en decir públicamente, una vez más, que Franco fue un dictador y que hubo una dictadura franquista. ¡Cuántas veces más habrá que repetirlo!

Ni los más nostálgicos del franquismo, cuatro gatos que cada 20-N le llevan flores a su tumba, recuerdan tanto a Franco como la izquierda.

El comodín de Franco es utilizado por la izquierda y la extrema izquierda para tratar de erosionar el Gobierno de coalición entre el PP y Vox ante la falta de un proyecto político para la ciudad de Valencia.

No he escuchado a la izquierda calificar con la misma rotundidad que ha hecho el presidente Mazón las dictaduras de Venezuela o Cuba para quienes siguen siendo regímenes democráticos, pese a que no hay partidos democráticos ni elecciones libres y se encierra a la oposición.

Es la eterna dicotomía entre dictaduras buenas y dictaduras malas. Mientras para unos Franco fue un genocida, otros siguen luciendo camisetas del Che Guevara.

Puestos a pedir ceses habría que pedirle al presidente del Gobierno Pedro Sánchez por qué sigue manteniendo como socios del Gobierno a EH Bildu, cuyo candidato a Lehendakari  Pello Otxandiano se negó en llamar a ETA organización terrorista y utilizó el término organización armada. Esto me parece más grave que calificar a Franco de personaje histórico.