Sorprende la dureza con la que la Policía Nacional ha actuado contra los agricultores que se manifestaban pacíficamente en Don Benito para reivindicar unos precios justos para el campo. Las caras ensangrentadas de alguno de ellos explica la dureza con que la policía ha reprimido este acto de protesta.

Varias asociaciones han pedido la dimisión del ministro del Interior Grande -Marlaska por estos hechos.

Desde el Gobierno no se ha dado ninguna explicación a las cargas policiales que han dejado una veintena de heridos. Ningún grupo parlamentario ha pedido la comparecencia de Grande Marlaska para explicar lo ocurrido y exigir responsabilidades.

Todo el mundo ha podido ver las imágenes en televisión y de cómo la policía actúa de una manera desproporcionada en el empleo de la violencia para acallar la protesta.

Seguramente, la prensa internacional no se hará eco de esta noticia, como sí hizo durante el referéndum ilegal del 1 de octubre, siendo portada en innumerables medios de comunicación por la dureza que empleó la policía para impedir que se celebrara la consulta independentista.

Hubo protestas y concentraciones para denunciar las cargas policiales. Esta vez no pasará nada.