Leo en el Diario de Córdoba que la DO de Montilla-Moriles ha perdido el 78% de su viñedo en las últimas cuatro décadas, pasando de 19.000 hectáreas que había en los años ochenta a las cerca de 4.400 que hay en la actualidad.

Las causas son: la falta de relevo generacional y los elevados costes que tienen que asumir los agricultores. Una situación generalizada en el sector agrario. A esto habría que añadir la falta de mano de obra especializada. Cada vez es más difícil encontrar personas que quieran trabajar en el campo. Gracias a la inmigración se ha podido hacer frente a esta situación.

La otra gran asignatura pendiente sigue siendo el relevo generacional. Los jóvenes no quieren trabajar en el campo porque no es rentable. Prefieren otros sectores. El problema se agrava porque la edad media de los agricultores en España es de 61 años y cerca de un 70% tiene más de 55 años. El campo envejece a marchas forzadas.

La Comunidad Valenciana lidera el abandono de tierras de cultivo con casi 165.000 hectáreas de cultivo abandonadas. La mayoría corresponde a cítricos. Los agricultores valencianos abandonan cada día 6 hectáreas.  A continuación está Castilla La Mancha con 157.000 y Andalucía con 129.000 hectáreas abandonadas.

Unos datos muy preocupantes que ahondan en la profunda crisis que sufre el campo español.

El sector primario sigue siendo el gran olvidado. Un sector fundamental en términos de PIB y que da trabajo a muchas familias.