El presidente Pedro Sánchez pasará a la historia por haber exhumado los restos de Franco “guiado por el legado de luz” del republicanismo. Así lo manifestó él mismo durante un acto de homenaje a la escritora Almudena Grandes en el Ateneo de Madrid.

Atribuyéndose el papel de historiador que no le corresponde, ya da por hecho que pasará a la historia, no por haber sido un buen presidente que ha cumplido sus promesas electorales, que es a lo que debería aspirar cualquier presidente del Gobierno o por haber hecho de España un país más próspero y justo sino por haber exhumado los restos del dictador. Poco legado, la verdad y mucha vanidad en estas declaraciones.

Me lo imagino frotándose las manos desde el más allá como un auténtico héroe por su legado histórico en pro de la convivencia democrática.

Era una anomalía democrática que no ocurría en ningún otro país del mundo que también han sufrido regímenes totalitarios. Nadie entendería que los restos de Hitler, Stalin o Mussolini se exhibieran en un monumento público, sin embargo, en España veíamos como algo normal que los restos del dictador descansaran en un mausoleo, levantado a mayor gloria del dictador como fue el Valle de los Caídos.

Lo que se ha hecho  después de más de 40 años es hacer justicia a las víctimas del franquismo y a todo lo que significó la dictadura franquista. Un poco más de modestia no le vendría nada mal al presidente Sánchez. En todo caso, el mérito le corresponde a toda la sociedad española.

A Sánchez seguramente le ha cegado el legado de luz del republicanismo.

Del muro de Eduardo Sotillos:

Pedro Sánchez dijo la verdad.

Pasará a la historia. De hecho ya está en las hemerotecas y en Wikipedia. La Historia , con mayúscula ,tardará bastante tiempo en pronunciarse y no es seguro que él pueda contemplar el espacio y el juicio que merezca.

Ayer se ufanó de haber cometido un gesto heroico, exhumar el cadáver de Franco. Lo cierto es que no corrió ningún riesgo. Ni siquiera tuvo que pasar el mal trago de estar en el Valle junto a los familiares del muerto. Delegó en otros el glorioso momento. No está en la foto.

En la página de su historia lo que sí ya está escrito es el bochorno que han causado sus palabras, salvo en quienes le rodeaban en el acto del Ateneo, que aplaudieron la auto exaltación del líder.

Ese es el problema: la pérdida de sentido crítico en una corte que es la cúpula del poder político en España. La evolución del PSOE hacia las formas de un partido "monárquico", aunque Sánchez se envolviera en la luz republicana, es posible que sí le lleve a una cita a pie de pagina en la larga Historia del socialismo español.

Aunque todavía tiene tiempo para seguir imponiéndose medallas.