El fin de ETA fue un éxito de nuestra democracia y no cabe atribuirlo a ningún gobierno en concreto porque eso es tanto como deslegitimar a todos los actores que intervinieron para que la banda terrorista sea hoy una horrible pesadilla.

Todos los gobiernos de la democracia desde Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero o Mariano Rajoy fueron determinantes en el final de ETA, como lo fueron igualmente las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, especialmente de la Guardia Civil con la detención y desarticulación de cientos de comandos.

La colaboración con Francia en materia antiterrorista fue decisiva también en el final de la banda terrorista ETA. Por tanto, hay un montón de actores implicados para que ETA haya dejado de asesinar.

Escuchar el otro día al ex presidente José Luis Rodríguez  Zapatero durante una entrevista en una cadena de radio atribuirse el mérito de la desaparición de ETA porque está tuvo lugar durante su mandato como presidente del Gobierno me parece absolutamente indignante y una falta de respeto hacia quienes hicieron posible la desaparición de ETA.

Que tuviera lugar durante su mandato no le da ninguna legitimidad para hablar en esos términos.

El mérito del fin de ETA que costó a este país mucho dolor y casi un millar de muertos, no es de ningún gobierno en concreto sino de toda la sociedad española.