El ex acalde de Valencia Joan Ribó ha anunciado que deja el Ayuntamiento de Valencia y su acta de concejal. La renuncia se produce un par de años antes de lo previsto.

El mandato de Joan Ribó al frente de la alcaldía de Valencia se ha caracterizado por una etapa muy ideologizada, sobre todo, en el tema lingüístico donde se ha impuesto un modelo de inmersión que ha buscado acabar con el castellano en las aulas.

Un buen alcalde es aquel que gobierna para todos los ciudadanos, independiente del color político. Ribó no ha ejercido como alcalde de todos los valencianos. Su renuncia a participar en actos religiosos, siendo el primer edil, mientras que ha recuperado tradiciones republicanas como las “reinas magas”, deja en evidencia que no ha sido capaz de separar sus creencias religiosas e ideológicas del cargo institucional que representaba. Se puede ser ateo y asistir a un acto religioso, máxime cuando eres la primera autoridad municipal.

Durante los años del Botánic aumentaron las comisiones a dedo y se regó con dinero público a entidades pancatalanistas, mientras se dejaban sin ejecutar inversiones por valor de 200 millones de euros.

Uno de los compromisos estrella del programa electoral de la formación nacionalista era la construcción de vivienda pública para abaratar el alquiler, sin embargo, en los ocho años del Gobierno del Botánic no se construyó ninguna de estas viviendas. Valencia continúa entre las ciudades con los alquileres más caros de España.

El tema de la inseguridad ciudadana  tampoco se ha resuelto de una manera eficaz desde el consistorio. Valencia es hoy la ciudad más insegura de España por delante de Barcelona, con un crecimiento exponencial de los delitos.

Contrario a la ampliación del Puerto de Valencia y a la Copa América, evento que ha sido muy bien recibido cuando Ada Colau era alcaldesa de Barcelona, Ribó siempre ha primado el ecologismo frente a los intereses económicos.

Su mala gestión urbanística de la mano de Grezzi convirtió la principal artería de la ciudad de Valencia, la calle Colón en un auténtico caos circulatorio al dejar un único carril para vehículos.

La red de carriles bici diseñada por el ex concejal de Movilidad Giussepe Grezzi ha generado problemas de seguridad en alguna de estas vías diseñadas para bicis y patinetes.

Recuerdo una entrevista que le hizo la periodista  Mamen Mendizábal en la Sexta cuando Pablo Hásel fue encarcelado por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona.  También por obstrucción a la justica, coacciones y lesiones. Un buen historial. Al entonces alcalde de Valencia no se le ocurrió otra cosa para salir en su defensa que decir que no le gustaba que alguien fuera a la cárcel por cantar y que él defendía la libertad de expresión. Hasta la propia periodista tuvo que recordarle que Hásel no estaba en la cárcel porque se le haya privado su derecho a la libertad de expresión sino por enaltecer el terrorismo de ETA y los GRAPO.

Tampoco se supo nada de aquel cártel colgado en el balcón del Ayuntamiento a favor de Stalin, el día en que Europa homenajeaba a las víctimas del nazismo y el comunismo. Aquello nunca se investigó ni se condenó. Me pregunto qué hubiera pasado, si gobernando el PP hubieran desplegado un cartel con la foto de Franco o de Primo de Rivera.

Pero si por algo recordaré a Joan Ribo es por los maceteros que puso en la Plaza del Ayuntamiento. Le alabo su buen gusto.