Si la idea era dar un inesperado giro de guión y que la audiencia se quedara pegada a la pantalla, lo consiguieron, pero también lograron que Twitter, ese patio de vecinos donde se sigue simultáneamente cualquier reality con gancho, ardiese y con razón. El talent show Maestros de la Costura decidió que la mejor forma de sorprender al respetable era 'liquidar' a dos de sus concursantes en una noche.

Hasta ahí, bien. Ahora, el problema llegó cuando tras la expulsión de Nani, llegó la prueba final y el programa se metió con uno de los favoritos de la audiencia: el valenciano Ancor.

Tras una maniobra totalmente rocambolesca, en la que la dirección del programa llevó al equipo ganador de la prueba de exteriores (que consistió en hacer un vestido de lagarterana) a enfrentarse a la eliminatoria. Cambio de roles: los perdedores al balcón y los ganadores a darle a la máquina de coser. Y todo, después de que Laura que fue considerada la mejor aspirante de la prueba por el jurado de Palomo, María Escoté y Lorenzo Caprile, decidiese salvarse ella a cambio de condenar al equipo que le llevó a la gloria y rescatar a quienes no hicieron un buen trabajo.

La prueba final: un diseño de Trap

Los dos valencianos, Ancor y Javier, así como Yelimar tuvieron que diseñar y confeccionar un outfit para una estrella del Trap, Bad Gyal, quien visitó el plató para explicar la moda que rodea a este estilo musical.

Y aquí dieron en hueso, puesto que ninguno de los tres participantes era especialmente diestro con esta tendencia y tuvieron que hacer un esfuerzo para lograr un outfit apropiado para la escenografía de estas actuaciones.

Yelimar, recurriendo a lo poco que sabía de esta moda a través de su hermano adolescente aficionado al Trap y al reggaeton, salió airosa del reto. Javier, el valenciano que trabaja en el Levante UD, hizo un conjunto "pasado de moda", tal como sentenció María Escoté, pero con unos acabados pasables.

El problema vino con Ancor, el favorito de la audiencia y uno de los participantes con más técnica y gusto de la edición. No en vano, ha liderado varias de la pruebas conjuntas a lo largo de esta edición y la presentadora, Raquel Sánchez-Silva, se atrevió a lucir un modelo hecho por este joven elaborado con unas servilletas y un mantel.

Su conjunto, realizado con una tela de tipo peluche en tono rosa y adornada con cadenas, no fue del gusto del jurado. Lo presentó sin un cierre adecuado y eso hizo que los jueces decidieran que era él quien tenía que abandonar el concurso, pese a tener una trayectoria impecable. Así que este profesor de Bellas Artes recogió su máquina de coser y abandonó el plató, eso sí llevándose con él las lágrimas de Caprile y un sentido abrazo de jurado y presentadora.

Y es entonces cuando las redes ardieron: amenazas de dejar de ver el programa, acusaciones de "tongo" y reproches de estar convirtiéndose en una especie de Gran Hermano, así fue cómo reaccionaron los televidentes a la expulsión de Ancor.