Los atletas Víctor Ruiz y Laura Méndez se proclamaron ayer ganadores de la 33ª edición de la San Silvestre de Valencia, la carrera que sirve para despedir el año de la forma más deportiva y divertida posible. Sobre un recorrido de 5,5 kilómetros, Ruiz y Méndez fueron los más rápidos, mientras que Marta Esteban, reciente ganadora nacional del Maratón de Valencia, entró en segundo puesto en categoría femenina.

Más de 20.000 personas tomaron la salida de una carrera para la que se vendieron 18.000 inscripciones al precio de un euro. En total, 18.000 euros de recaudación que fueron destinados este año a la Casa Royal Mc Donald de Valencia, que acoge a niños y sus familias que deben estar hospitalizados de larga duración en algún centro de la ciudad.

Un año más la San Silvestre fue una fiesta. Una carrera que cada participante gestiona a su manera. Los menos, buscan sus mejores tiempos en una distancia corta (5,5 kilómetros) que permite sacar pecho a todos los que tienen preparación física a tono. Los hay quiénes se ponen las zapatillas, sin habérselas puesto en mucho tiempo, para tratar de quemar calorías antes de la Nochevieja y son, la mayoría, los que se toman la San Silvestre como una fiesta. Con mucho humor, pues como cada año fueron miles los que se presentaron en la salida con todo tipo de disfraces y atuendos. De eso se trata principalmente. Más allá de los que compiten por la victoria, que son unos 100, el resto está principalmente para dar colorido a la prueba.

Desde la Calle Xàtiva hasta la Plaza del Ayuntamiento, pasando por Guillem de Castro, Blanquerías, Plaza de América, Navarro Reverter, Calle la Paz y San Vicente, la San Silvestre fue una serpiente multicolor. Mucho de los participantes la completaron andando, sin ningún tipo de estrés, y disfrutando del paisaje urbano bajo la penúltima luna de 2016.

La carrera partió desde enfrente del Instituto Luis Vives, algo ya habitual en las últimas ediciones para evitar las aglomeraciones que se producían en la salida anterior, en la Plaza del Ayuntamiento. Un año más, el público se echó a la calle para disfrutar del colorido.