Las cabezas de aquellos que el domingo correrán, en València, el primer maratón de su vida andan inquietas. Son días en los que se mezcla la ilusión con las lógicas dudas ante el mayor reto físico, y seguramente también psicológico, que afrontan en sus vidas. Las preguntas se repiten en bucle, una tras otra. Es irremediable. No saben qué hay más allá del kilómetro 32, la frontera de lo desconocido para todo primerizo. Le tienen pavor al famoso «muro», una sensación que nunca han experimentado. Pero todos visualizan, también, la alfombra azul de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Han entrenado lo suficiente como para llegar a la meta, qué narices.

Marta Díez, de 30 años, lleva corriendo más de 8 años. Lleva 5 medios maratones en la mochila y se siente preparada. En julio se hizo una prueba de esfuerzo para ganar tranquilidad y, por si fuera poco, contrató a un entrenador personal (por 30 euros al mes) en julio, para seguir su plan de entrenamiento. Todo parece tenerlo bajo control. «Lo que más miedo me da es el terreno desconocido, más allá del 30. Toda la rutina la tengo estudiada. Lo he preparado para correrlo en 3.30, pero al ser primero seré conservadora y si entro en 3.50 lo daré por bueno», explica Marta, que transmite serenidad.

Más lanzado se muestra Salvador Adell, de Foios, que con 44 años afronta su primera distancia de Filípides. Hace 3 años dejó la mountain bike porque le quitaba demasiado tiempo. «Correr requiere menos tiempo y es más barato, pero también más lesivo. Al preparar el maratón afloran las lesiones larvadas», asegura. Aún así, irá a tope. No responde al perfil de primerizo precavido. A medida que avanza la conservación, se va viniendo arriba. «Todos me dicen que lo importante es terminar, pero puedo hacerlo en menos de 4 horas. Quiero a ganar a todos mis amigos, eso es lo que me motiva, así que por qué no acercarme a los 3.30. Rindo mucho más en competición», asegura. ¿El muro? «Creo que estoy preparado. Sé que voy a sufrir a partir del 30 y pico, pero voy a darlo todo hasta el último kilómetro», insiste. La premisa de que el realismo debe primar sobre la ambición cuando se afronta su prime maratón no se cumple en Salvador, lo que no quiere decir que no lo vaya a conseguir.

Más racional es la propuesta de Marta Alfonso, de 46 años, que espera pasar triunfante por la puerta de su casa, en el kilómetro 37 (plaza de España). Ya sabe lo que es sufrir. «Mi primera medio fue horrorosa, llegué agonizando. Pero mi segunda, la del Mundial de marzo, la disfruté muchísimo», recuerda. Marta, que entrena con el 3FDC Team de Marta Fernández de Castro, no para de dar vueltas a las opiniones que escucha estos días sobre los que corrieron su primer maratón, incluidas las del periodista que está al otro lado del teléfono. «Me han dicho que el maratón son 30 kilómetros de piernas, 10 de cabeza y 2 de emoción», explica. Se sabe perfectamente la teoría. «Mis miedos son que el cuerpo no dé más de sí, que no pueda acabar, que me desmorone, que me deje llevar por la euforia o? no encontrar un baño si de repente lo necesito», explica. Todas esas preguntas están en el catálogo de todo novato. Todas.

El rincón del debutante

Un total de 3.820 personas (18% del total) debutarán el domingo en el maratón. La organización ha creado este año El rincón del debutante para resolver sus dudas. Mañana y el sábado, a las 18 horas, habrá dos charlas en el Auditorio Santiago Grisolía del Museo Príncipe Felipe, con los mejores consejos médicos y deportivos.