Así ha definido muy certeramente el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la masacre en París de personas cuya última vivencia fue la de cenar o la distracción en una sala de fiestas. Ya la ciudad estaba en alerta desde los últimos asesinatos de los yihadistas del director y otros miembros de la redacción del periódico satírico Charlie Hebdo. Pero como han dicho las autoridades francesas, es difícil controlar cuando unos indeseables asesinos se matan a si mismos detonándose sus explosivos matando a los que les rodean.

Las manifestaciones de Pablo Iglesias, que como siempre se quiere hacer de notar con sus ocurrencias, no han sido nada consecuentes, pues decir que había que cambiar la reunión europea por la seguridad por una sobre paz no es en este momento coherente. Le diría que vaya a hablar de paz con los bestias asesinos y que seguramente acabaría arrodillado con un traje color naranja y un tipo de negro detrás blandiéndole un cuchillo en el cuello. Dijo Ronal Reagan, siguiendo a Clemanceau: «Si quieres la paz prepárate para la guerra». Pues según el presidente francés Francoise Holland y el primer ministro Valls, los asesinatos son una guerra contra Francia. Francisco Javier Sotés Gil. Valencia