Semana muy movida en cuanto al deporte y la política se refiere. De una parte, en lo futbolístico Zidane, sorprendentemente, deja el banquillo del Madrid que pasará a ocupar Lopetegui que, a su vez y lógicamente, es destituido como seleccionador nacional para que Hierro ocupe su puesto y consiga en su debut un empate ante la Portugal de Cristiano. Mientras tanto, Griezmann termina de deshojar la margarita y anuncia que no se marcha al Barcelona, que se queda en el Atlético.

En lo referente a la política, Iglesias ya tiene su casoplón, Rajoy sale del gobierno por la puerta de atrás mediante moción de censura y Sánchez consigue por fin ser presidente. Huerta, ministro de Cultura y Deporte al que no le gustaba el deporte, bate un récord de velocidad y dimite para ceder su cartera a Guirao y, por si todo esto fuera poco el cuñado del rey, Urdangarin, entra en prisión.

Se me saltan las lágrimas al escribir e imaginar a nuestro Pedro Almodóvar riendo a mandíbula batiente mientras enrojece sus manos de tanto frotárselas para después berrear: ¡Ya tengo otro guion de Oscar! ¡Vaya semanita! Francisco José Merino Chelós. València.