Josep Domingo, Castelló

Telemedicina, piscina, odontólogo, sala de futbolines, aulas de formación, auditorio, polideportivo cubierto, televisión en la celda... «Tienen más servicios y atenciones los presos que los que tenemos en el pueblo». Fue un comentario generalizado ayer en Albocàsser, en el transcurso de la visita que alcaldes del Maestrat y vecinos de la comarca realizaron a la cárcel Castellón II. Un recorrido en el que no hubo medios de comunicación.

El subdelegado del Gobierno, Antonio Lorenzo dijo que que «actos como el de hoy son muy útiles para mostrar a los ciudadanos en qué y cómo se gasta el dinero de sus impuestos». Enfrente, los comentarios de alcaldes, concejales y vecinos, a quienes se les quedaron los dientes largos al ver las condiciones en las que vivirán los presos que llegarán la semana que viene hasta las instalaciones del penal Castellón II.

En Albocàsser, Catí, Tírig, Vilar de Canes, Torre d´En Besora... están acostumbrados a «bajar a Castelló» cada vez que tienen que acudir al médico. Lo de la medicina a través de videoconferencia o aquello de tener el especialista en el centro de salud del pueblo les suena a ciencia ficción. En la prisión será una realidad. Una simple radiografía les cuesta a los vecinos de Albocàsser 160 kilómetros, una mañana perdida y un buen meneo al bolsillo al precio que está el carburante.

Algo similar ocurre con el polideportivo. En Albocàsser es cubierto, pero ya les gustaría un pabellón así en cualquier localidad de la comarca. Por supuesto, ninguno de estos pueblos tiene un contador de rayos, como el que hay instalado en la torre de la prisión.

Dijo el subdelegado que «los ciudadanos y ciudadanas pueden comprobar que con sus tributos se ha construido un nuevo centro penitenciario de última generación, seguro y digno» y apostilló un vecino «más digno que muchos de los servicios que nosotros tenemos». En la Serratella, a 10 kilómetros de la prisión, por ejemplo, el farmacéutico y el médico van un día a la semana --suficiente según los vecinos--. Los presos tendrán el médico a unos pocos pasillos.

En Castellón II hay aulas nuevas y comedores nuevos. Nada comparable con el maltrecho colegio Joan de Brusca de Albocàsser que necesita un buen remiendo o, más bien, nuevas instalaciones.

Ahora parte de la expectación se centra en ver los primeros furgones policiales cargados de presos, aunque no será preciso que pasen por el centro de Albocàsser, ya que se puede acceder desde la CV-15 sin pasar por el centro. Lo que sí han comenzado a ver los vecinos en los últimos días es mucha más presencia de la Guardia Civil. Más de veinte agentes prestan su servicio en el viejo cuartel. El próximo lunes por la mañana están convocados los vecinos cuyos terrenos serán expropiados para la construcción de las nuevas dependencias de la Guardia Civil.

Y mientras, hacia Madrid ha partido el ex conseller Fernando de Rosa, que desde su puesto en el Consejo General del Poder Judicial podrá obrar para dotar a Albocàsser con el insistentemente demandado juzgado de vigilancia penitenciaria. La cárcel, con más servicios que el pueblo que tiene más cerca, abre esta semana que viene.