Sara Rios, Nules

La difícil situación económica que atraviesa el Ayuntamiento de Nules impide terminar por completo el proyecto de peatonalización del casco urbano, cuya primera fase está concluida desde hace más de dos años. En las previsiones presupuestarias que ha presentado el municipio de La Plana Baixa no entra ninguna partida que destine dinero a este importante proyecto.

El proyecto inicial preveía el adoquinado de todas las calles del centro, pero en algunos de los viales paralelos todavía queda pendiente la fase de adecuación en las calles que van desde la plaza Mayor hasta la antigua N-340. En este sentido, el alcalde de la localidad, Mario García, ha reconocido que esta actuación está paralizada «porque no podemos ahora afrontar ese gasto, sobre todo si tenemos en cuenta que la primera fase todavía no está recepcionada ya que aún se le adeudan a la empresa 120.000 euros».

Esta deuda está pendiente de pago desde 2006 en concepto de una modificación de obra, pero el anterior alcalde, Salvador Górriz, no sufragó en su momento este pago. El objetivo principal de peatonalizar el centro de la localidad era eliminar las barreras arquitectónicas, por lo que este proceso fue financiado por la ONCE y el consistorio conjuntamente. En un principio, los propietarios de las viviendas beneficiadas por la peatonalización debían sufragar el 30% del coste total de la obra, pero ante las protestas de los vecinos, el consistorio optó por afrontar en gasto en solitario. «El ayuntamiento no giró en su momento las facturas a los propietarios, así que ahora no podemos hacer la segunda fase porque el ayuntamiento no tiene ese dinero. Si en su momento se optó por pagar la cantidad que le correspondía a los propietarios, ahora ¿cómo les vamos a hacer pagar a los otros?», ha indicado García.

Críticas de comercios y vecinos

Durante las obras de la primera fase, fueron muchas las críticas de vecinos y comerciantes por las molestias y problemas ocasionados en las fachadas por humedades y adoquines en malas condiciones. Pero, el verdadero problema está en que desde que las obras concluyeron, el consistorio no ha colocado ningún sistema de cierre y control del tráfico en la zona peatonalizada.

Por tanto, el continuo tránsito de vehículos está ocasionando multitud de desperfectos en los adoquines, pensados para el paso de peatones. Además, es habitual encontrar aparcados coches en las calles peatonales. Según García, estudiarán posibles medidas de control y de forma progresiva irán cerrando las calles al tráfico ahora que ya se han concluido las obras del parking subterráneo y el tráfico vuelve a ser fluido.

Las obras de la primera fase de peatonalización ya finalizaron en agosto de 2005, en un proyecto que también incluyó la pavimentación de las calles San Antonio, Pedro Alcázar y sus perpendiculares. El entonces alcalde, Salvador Górriz, aseguró que el proyecto iba a estar acabado para finales de ese año. En esta actuación, además de la peatonalización, también se sustituyeron las canalizaciones de agua, las de gas y se mejoraron los sistemas de desagües pluviales.