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Ha llegado la hora de la verdad. Es un tópico muy empleado por estas fechas pero es así. El Villarreal CF tiene 180 minutos, los noventa primeros arrancan hoy, para refrendar todo el trabajo realizado la pasada campaña y asegurarse una plaza en la fase de grupos de la Europa League. De nada vale la buena imagen dada en pretemporada, los cuatros goles de la Juventus quedan para el recuerdo, pero esta tarde, a partir de las 19.00 horas, se levantará el telón de la competición oficial para el submarino con el único objetivo de navegar por tierras holandesas con éxito y dejar encarrilada la eliminatoria ante el NAC Breda.

Para ello, los de Valverde deberán regresar a tierras vila-realenses con ese halo de tranquilidad y seguridad que confiere el trabajo bien hecho. En el Rat Verlegh Stadium no vale despistarse. Un error, por muy pequeño que sea, puede convertirse en fatal para los intereses, tanto deportivos como económicos, del conjunto amarillo. La puerta de entrada a la temporada pasa por el país de los tulipanes. Del equipo depende encauzarla con paso firme y seguro o convertirla en el camino hacia el infierno del ostracismo.

Sobre el césped del joven estadio de la ciudad de Breda –fue inaugurado en el año 1996 y tiene capacidad para 16.400 espectadores–, el Villarreal se encontrará a un rival con mucho que ganar y bien poco que perder. Colíderes en la Liga Eredivisie con tres jornadas disputadas, y tras superar dos fases previas hasta encontrarse con la entidad de La Plana Baixa, el conjunto dirigido por Robert Maaskant no debería suponer un mayor problema que el del desplazamiento y el de tener que saldar una eliminatoria a doble partido en la que, para más inri, el segundo y definitivo encuentro se juega en El Madrigal.

Un rival «asequible»

El buen estado de forma y mayor rodaje de la entidad del Brabante Septentrional es el único punto fuerte que puede equilibrar, en cierta medida, el duelo. Con el once sobre el terreno de juego, la plantilla del Breda se mueve entre jugadores de segundo plano europeo y hombres veteranos con los partidos contados. Su juego es el típico holandés, apostando por un 4-3-3, en el que se apuesta por el toque del balón, eso sí, poco elaborado ya que su centro del campo no cuentan con calidad suficiente para dar criterio al juego.

Los cuatro hombres de la zaga viven de su altura. Poco dotados técnicamente, su envergadura es su mejor activo. De los cuatro hombres que presumiblemente formarán la defensa, tres superan el metro ochenta (dos de ellos 1,87) mientras que en el centro de la zaga Zwaanswijk aporta seguridad en el juego aéreo con su 1.90. Con estas características se antoja harto difícil que puedan atar en corto a jugadores tan veloces y hábiles como Rossi y Nilmar.

En el centro del campo, por encima de los contratiempos sufridos por la formación amarilla con las bajas de Eguren y Bruno, el submarino debería ser el dueño y señor de la medular ya que el Breda cuenta con un centro del campo netamente defensivo y con poca calidad a la hora de dar salida al esférico. Si ínfimo es el peligro de los hombres de enganche no se puede decir lo mismo de los tres de arriba, el mayor quebradero de cabeza del NAC.

Velocidad en ataque

La zaga amarilla, y en especial sus hombres de banda, tendrán que estar muy atentos a la velocidad de sus extremos, entre los que destaca el veterano finlandés Joonas Koolka. Pero por encima de Kolkka y Lurning, si hay un hombre del que vive el cuadro holandés, ese es Matthew Amoah. Con once goles la pasada campaña, el ariete ghanés fue el máximo artífice de la clasificación de la entidad presidida por Willem van der Hoeven para las fases previas de la revalorizada UEFA. Con todos estos números, el punta africano es el mayor peligro del rival villarrealense...

Una baja importante

...si no fuese porque una lesión en el entrenamiento de ayer deja fuera del partido al crack de la armada amarilla. Una rotura fibrilar es la culpable de que el nueve del NAC sea baja de última hora para el partido de ida, y probablemente se pierda también el de vuelta en El Madrigal.

Con todos estos alicientes. La manifiesta superioridad del submarino, el segundo partido en casa y ahora, la lesión de la estrella del equipo contrincante, parece allanarse el terreno para el Villarreal. Comienza el camino hacia Hamburgo y Holanda es la primera parada.