­Lo que debería haber sido una oportunidad para el sector turístico de Castelló se ha convertido en desaprovechar el potencial costero de la capital de la Plana. Si el puente del Pilar está siendo para muchos puntos de la Comunitat un salvavidas de la crisis que ha acechado al periodo estival, ayer las playas de Castelló estaban desiertas. Un hecho comprensible quizás teniendo en cuenta que el ayuntamiento no ha activado ningún plan de acondicionamiento de playas, o al menos no ha obtenido buenos resultados.

La playa del Gurugú era ayer un paisaje desolador, desierto y castigado aún por la fuerte gota fría que se dejó caer semanas atrás. Escombros acumulados mezclados entre cañas y broza y hasta una lavadora era lo que se encontraba el transeúnte que se atrevió a dar un vuelta por la zona. Entre los factores que jugaban a favor para conseguir hacer el agosto en octubre era el buen tiempo, algo no planteado por consistorio a la vista de la situación en la que se encuentran las playas.

Mejor suerte corrieron los que decidieron ir al Pinar a pasar el día con la familia –aunque tampoco fueron muchos– y los que cogieron su bicicleta para hacer algo de deporte.

Este panorama de la capital castellonense contrasta con las previsiones que se hicieron desde la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo que pronosticaron llegar al 80% de ocupación en la costa, mientras que en el interior se rozaría el 100% por la coincidencia con la temporada de recolecta de setas.

Más sol

En cuanto a la previsión meteorológica en lo que resta de puente seguirá predominando el sol aunque se dejarán ver algunas nubes. La temperatura máxima será de 26 grados y la mínima de 16, y no habrá riesgo de lluvia.