El equipo más goleado del campeonato es el colista. La endeblez defensiva, el gran lastre del CD Castellón en este curso, asomó en el meritorio empate albinegro ante Las Palmas, dos a dos, primer punto a domicilio, que permite sobrevivir en el torneo, aún con mucho que mejorar.

En menos de un mes, un córner costó el duelo en la Ciutat Esportiva del Villarreal, una falta lateral fue el principio del fin en Vigo frente al Celta, lo mismo en Castalia la pasada semana, en el primer gol del Elche. En pocas jornadas, el peligro de la estrategia ha pasado de ser un arma que explotar, a un continuo tiro en el pie. Ayer, en el estadio Gran Canaria, otra desatención defensiva, intolerable por lo reincidente y por la angustiosa situación del equipo en la tabla, condenándose en errores indignos de la categoría, decantó la batalla en el minuto diez. Diego León botó un saque de esquina que remató primero David García al poste y, después, a la red, Juanpa.

Perdía el Castellón, nada nuevo, con un once, eso sí, distinto. Revolucionó Bartolomé Márquez su, hasta ahora, propuesta paciente con el mismo bloque. Las modificaciones fueron numerosas. La primera, bajo el arco, donde regresó Carlos Sánchez, con Lledó en el banquillo. En la defensa, cayó un fijo, Xisco Campos, y César Martín acompañó a Pol Bueso en el eje, con Pedro Hernández a pierna cambiada, en el lateral izquierdo. Por delante, más novedades, con Ximo Enguix y Dani Pendín formando dupla en el medio, y Mantecón adelantado En punta, tras una semana de baja, Leonardo Ulloa fue la boya a buscar, con Palanca y Uranga en los costados.

Una revuelta de intenciones de Márquez, pretendiendo blindar al colectivo por el medio, superpoblándolo, y renunciando a una banda por completo. No funcionó muy bien en el arranque. Antes del madrugador uno a cero, Márquez recibió de Javi Guerrero, en el minuto tres, y su disparo se topó con el poste.

Con el uno a cero, el Castellón se estiró, al tiempo que Las Palmas adoptó un rol más defensivo, sin importarle demasiado ceder la pelota por instantes. Así, tras un balón que descolgó Leonardo Ulloa, Dani Pendín sacó un latigazo que se marchó fuera por poco, primera señal de vida de los albinegros. Después, sobre la media hora, un saque de esquina de Palanca fue cabeceado alto por Leonardo Ulloa, sin puntería.

No parecía la escuadra local muy preocupada, dejando pasar los minutos, cómoda con su ventaja en el marcador. Pudo poner más tierra de por medio, con una clara ocasión de Javi Guerrero, que perdonó y, a continuación, se alzó por fin corajudo el Castellón, con un cabeceo de Gari a la madera.

Se agitó el partido en la recta final del primer acto. Y la decisión de los de Márquez tuvo premio cuando empató Uranga al culminar una buena jugada de Palanca. El gol aturdió a los visitantes y, antes del descanso, Uranga y Pendín rozaron el segundo.

Tras el intermedio, la inercia que parecía cambiada se quebró de repente, al encontrar un camino franco hacia al gol el atacante Marcos Márquez, que superó a la zaga por su zona central, en una gran jugada individual. Le costó, pero respondió de nuevo con raza el Castellón, al aprovechar Mantecón una buena llegada al área.

Faltaban veinte minutos, con el partido en el aire. Tras el movimiento de banquillos, Enguix fue expulsado, a catorce del final, pero el Castellón se fajó con casta para mantener un empate merecido.