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2009 será un año para olvidar en materia económica. El ciclón de la crisis se ha llevado por delante en sólo 12 meses a casi 1.200 empresas de la provincia y ha triplicado el número de parados, según detalló ayer el presidente de la Cámara de Comercio de Castelló, Salvador Martí Huguet, quien apuntó que Castelló tardará más en volver a la senda de crecimiento que el resto de provincias de España por su dependencia con el sector de la construcción. Martí Huguet dio un estirón de orejas a las diferentes administraciones por su actuación ante la recesión, pero obvió cualquier crítica hacia la gestión de los dirigentes empresariales.

«Nuestro modelo económico depende en gran medida de la construcción y del sector inmobiliario y por la tipología de nuestra industria, los perfiles de los desempleados tienen unas características muy determinadas, que les hacen más difícil el acceso a la recolocación en otros sectores», explicó Martí Huguet durante la celebración ayer del último pleno cameral, que contó con la asistencia del vicepresidente primero y conseller de Industria, Vicente Rambla. El responsable de la Cámara, que la preside desde 1995, recordó que la provincia ha perdido 1.190 empresas en 2009 y que la tasa de desempleo roza a estas alturas el 20% (hay 54.562 parados). Afirmó que de cara a 2010 el tejido productivo es «tímidamente» más optimista que en 2009, tal como constata el último informe de perspectivas económicas de la entidad. Señaló que el próximo año no será el «del esperado crecimiento, pero sí el de la estabilización», y auguró que Castelló pasará todavía un ejercicio «difícil», sobre todo en materia de empleo. Cabe recordar, tal como han constatado diversos estudios, que el ladrillo copó de 2002 a 2007 el 14% del PIB y que en dicho período cayó paradójicamente el Índice de Actividad Económica. De ahí que la Cámara considere que Castelló empezará su recuperación económica más tarde que otras partes de España.

«Los empresarios no confiamos tanto en la salida de la crisis, nuestras perspectivas de cara a 2010 son tímidamente optimistas, porque estamos viendo que las soluciones no llegan, o llegan tarde. Las administraciones han llevado a cabo medidas ambiciosas, pero no son suficientes. Se siguen cerrando negocios y muchas familias están afectadas parcial o totalmente por el desempleo », añadió. Martí Huguet reiteró las reivindicaciones de los empresarios: más deducciones fiscales, más financiación y más flexibilidad laboral.

Con todo, confío en que el tejido empresarial «sabrá una vez más superar las dificultades».