­

La Caixa Rural de Vila-real cerró el ejercicio de 2009 con un beneficio neto de 802.000 euros –la mitad que en 2008 cuando ascendieron a 1.614 millones– y unos activos de 370.435.000 euros. El balance de la entidad fue presentado ayer a los socios en una asamblea celebrada ayer en Auditori y el salón de Els XIII, por circuito cerrado de televisión, que acogieron a 865 socios, que llevaban 195 representaciones.

El acto sirvió de despedida del presidente, José Llop, que no puede seguir en el cargo según los estatutos. Tras ello, los socios ratificaron la candidatura para renovar parcialmente el Consejo, que forman José Pascual Sancho Rubert, José Balaguer, Celina Candau, Santiago Ramos y Manuel Viciedo Colonques, y como suplentes el presidente y vicepresidente salientes, José Llop y Tomás Nebot. El martes se producirá la elección de presidente y miembros del consejo.

Llop y el director general de la entidad, Carlos Torán, recordaron la revalorización de los activos que pasaron de 215.941.000 euros en 2002 a los 370.435.000 del año pasado, lo que supuso un crecimiento del 72 por ciento.

El informe anual hace referencia a los beneficios netos de 802.000 euros. De ellos 601.000 han ido a la reserva obligatoria y de libre disposición se reservan 201.000, para que determine su finalidad la asamblea. El crédito de los clientes pasa de 267.688 euros en 2008 a 270.251 euros en 2009. Y los depósitos de los clientes pasaron de 323.416 euros hace dos años a 326.490 euros. Las reservas son de 33.992.000 euros.

Otros acuerdos

La asamblea acordó en la tarde de ayer la distribución de resultados y, entre otros asuntos, autorizar al Consejo Rector para que participe en reuniones, estudios y trabajos preparatorios que tengan que ver con la constitución o adhesión a lo que se denomina Sistema Institucional de Protección (SIP) «sin perjuicio de someter, con posterioridad a la Asamblea General, si se da el caso, la propuesta del acuerdo de adhesión o participación en su constitución por parte de Caixa Rural».

Llop ratificó, como ya avanzó ayer en este diario, su «orgullo por haber sido presidente de la entidad, de la que queda a disposición para lo que pueda ser útil» y recordó que lo que importa es «seguir dando respuesta a la ciudad que, como no podía ser menos en esta época difícil, está en números de guerra. La Caixa Rural también, pero, pese a todo tiene su razón de ser en y para Vila-real y está más fuerte que nunca».