La comarca del Maestrat amaneció ayer repleta de pintadas a favor del "parany" en un punto geográfico que concentra cientos de aficionados a esta controvertida modalidad de caza, que viven este año una gran incertidumbre ante el endurecimiento de la prohibición y de las penas.

Carreteras muy transitadas del Maestrat lucen en señales, paredes y en el mismo asfalto pintadas de apoyo al método de caza del "parany", en el que se utilizan reclamos y liga adhesivas para capturar aves, algo que cuestionan las asociaciones conservacionistas, que consideran que se trata de delitos claros tipificados en el Código Penal. De uno u otro modo, esta temporada se mantiene la prohibición de cazar, especialmente tras la última sentencia del Tribunal Constitucional.

En medio del tira y afloja entre partidarios y detractores de la caza con barraca o "parany", decenas de pintadas se plasmaron en las poblaciones de Sant Rafael del Riu, Sant Jordi, Traiguera, Càlig o la Jana, por citar algunos. Estas pintadas han llegado a ser de dimensiones colosales, como una realizada en plena rampa de la N-232 en los accesos a Sant Jordi, y otras más pequeñas en las que califican de legales los nuevos adhesivos y reclaman la legalización.

Por su parte, operarios de Fomento eliminaron con mangueras de agua a presión estas pintadas en la N-232, aunque son todavía muy visibles en la red secundaria de viales.

El Maestrat concentra cientos de aficionados a esta modalidad de caza. Algunos de ellos lo hacen de una manera tradicional y con un control exhaustivo sobre las aves capturadas y su barraca, aunque otros utilizan triquiñuelas, aparatos electrónicos, ligas y varillas no permitidas, lo que repercute en el número de capturas y las especies que caen atrapadas en este sistema de caza que se trata de salvar desde la administración a través de considerarlos como colaboradores científicos. Justo ayer, los grupos conservacionistas a través de Ecologistas en Acción presentaron un recurso contra los "paranys científicos".