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GER denuncia la caza ilegal con red de 600.000 aves al año en Castelló

Advierte al Consell que el cupo que otorga de 14.000 pájaros al año vulnera la directiva europea y además se matan los ejemplares sin que haya sanción

El colectivo GER-Ecologistes en Acció remitió ayer a la Conselleria de Medio Ambiente un escrito en el que denuncia que en la provincia de Castelló los cazadores dan muerte cada año a más de 600.000 aves protegidas capturadas con red («enfilat») y sacrificadas de forma ilegal ante la supuesta pasividad de las autoridades competentes.

Además, el colectivo advierte a la propia conselleria de que está incumpliendo la directiva europea de aves y la normativa estatal al autorizar para este año en la provincia de Castelló la caza «excepcional» de 14.000 ejemplares a 700 cazadores con licencia, cuyo supuesto objetivo es la captura de un máximo de 20 pájaros destinados a concursos de canto y a la reproducción evitando mezclas sanguíneas que puedan generar efectos negativos en las crías.

Pese a ello, GER-Ecologistas en Acción argumenta que dichas autorizaciones excepcionales «no están ya justificadas porque se han convertido en la norma año tras año manteniendo el mismo cupo de pájaros a pesar de que existen alternativas para que puedan criarse los pájaros en cautividad sin la necesidad de la caza de nuevos ejemplares».

Los informes aportados por los conservacionistas a la conselleria también revelan que un alto porcentaje de los cazadores incumple los cupos y utiliza los pájaros capturados para su venta y consumo aprovechando la falta de inspecciones, «ya que las autoridades no llevan a cabo inspecciones y apenas se ha denunciado al 1% de los cazadores ilegales». «Destinan las aves a regalarlas a familiares o venderlas en bares de la zona como tapas de pajaritos fritos. Según nuestros datos el número de capturas varia dependiendo del paso de aves migratorias y locales, pero en días de gran paso se produce una gran mortalidad, pudiendo capturar los cazadores 50, 70 ó incluso más de 100 aves en un sólo día, incluyendo pequeñas rapaces y otras muchas especies no permitidas no limitándose a capturar sólo 10 aves como marca el permiso y desmontar la trampa, sino que siguen cazando y matando durante todo el día, escondiendo las aves muertas para no ser multados». Las especies de canto cuya captura se autoriza excepcionalmente son el verderol, la cardanera, el gafarró, el paixarell y la pinçà. Sin embargo, según los ecologistas, las muertes ilegales «abarcan a especies de pequeño tamaño como lavanderas (Motacilla sp), currucas cabecinegras (Sylvia melanocephala), rabilargas (Sylvia undata), alcaudones (Lanius sp.), tarabillas (Saxicola sp.), otras aves insectívoras e incluso pequeñas rapaces como el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), gavilanes (Accipioter nisus) y alcotanes (Falco subbuteo).

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