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El carácter internacional de la Magdalena no activa vuelos en el aeropuerto de Castelló

El carácter internacional de la Magdalena no activa vuelos en el aeropuerto de Castelló

«Hasta ahora teníamos a menos de tres horas a seis millones de personas y ahora, con el aeropuerto, tendremos a 600 millones de personas que podrán venir a disfrutar de nuestras fiestas». Con este desmesurado optimismo -han leído bien, 600 millones de personas-, el entonces alcalde de Castelló, Alberto Fabra, destacaba un 1 de abril de 2011 el positivo impacto que iban a tener para la ciudad dos hitos: el aeródromo construido en Vilanova d'Alcolea y la calificación de Interés Turístico Internacional para las Fiestas de la Magdalena. El primero, tras un sinfín de penalidades, abrió por fin sus puertas el pasado mes de diciembre. El segundo, aprobado un 12 de marzo de 2010 por el Gobierno, cumple este año un lustro sin que se haya facilitado informe alguno sobre el impacto que ha tenido en el extranjero esa figura turística.

Lo cierto es que Castelló vivirá este año sus primeras fiesta fundacionales con el esperado aeropuerto ya operativo, pero sin tiempo material para haber sido capaz de promocionarlo como toca, tanto desde el ayuntamiento y la Junta de Fiestas como de los propios gestores de las instalaciones, la canadiense SNC-Lavalin.

Una puerta abierta podrían haber sido las bandas que este año participarán en el «XXVII Festival Internacional de Música de Festa» en el tramo final de las fiestas de la Magdalena, que han optado por desplazarse hasta otros aeropuertos ante la incertidumbre que había en torno a las instalaciones castellonenses, tal y como destacaron ayer fuentes de la Junta de Fiestas. Así, los representantes de Hungría, Estados Unidos, Polonia, Holanda, Irlanda, Bélgica, Croacia y Suiza viajarán, algunos hasta Valencia, y otros hasta Barcelona, desde donde tendrán que tomar el autobús o el tren para llegar a la capital de la Plana.

Sobre este aspecto, Arturo Casanova, responsable de coordinar el festival desde la Junta de Fiestas, reconoce que en las fechas en las que el aeropuerto abrió sus puertas a los vueltos comerciales «todos los países que vienen estas fiestas ya tenían sus vuelos programados, por lo que materialmente ha sido imposible». Como ejemplo, destaca que la formación de Estados Unidos «ya cerró las fechas de su viaje el pasado verano». En general son las propias formaciones musicales las que, en colaboración con sus embajadas, organizan la forma de desplazarse estos días hasta Castelló, por lo que, según Casanova, poco puede hacer la Junta de Fiestas.

En esta línea, reconoce el representante de la entidad festera que «todos buscan, como es lógico, un enlace en las mejores condiciones económicas posibles». Además, debido a la inexistencia de líneas regulares desde el aeropuerto de Castelló a destinos internacionales, esta opción, a fecha de hoy, es impensable. «Me temo que tendrán que pasar muchos años hasta que podamos aprovechar el aeropuerto para este aspecto porque cada formación viene de países distintos y así es muy difícil traer vuelos chárter», reconoce Arturo Casanova, quien confía no obstante en que en los próximos años el aeródromo pueda tener una influencia positiva para las fiestas.

Al margen de las formaciones musicales, lo cierto es que la repercusión internacional de las fiestas de la Magdalena, quizás fagocitadas por las Fallas de Valencia al celebrarse en fechas cercanas -e incluso coincidir en el tiempo-, sigue siendo una asignatura pendiente. Y es que todo eran buenas sensaciones desde que el 12 de marzo de 2010 el entonces director general de Turismo, el socialista Antoni Bernabé, anunció el acuerdo del Gobierno por el que se declaraba la Magdalena como Fiestas de Interés Turístico Internacional tras recibir toda la documentación necesaria apenas dos semanas antes por la Conselleria de Turismo. Bernabé, en aquel momento, dejó entrever la relevancia que supondría fuera de nuestras fronteras para las fiestas fundacionales de la capital de la Plana, entre otras cuestiones porque «gozarán de unas mayores posibilidades de promoción a escala internacional a través de las 33 oficinas con las que cuenta Turespaña en el extranjero».

Un año después, el 1 de abril de 2011 y en plenas fiestas, Bernabé y el entonces alcalde, Alberto Fabra, se hicieron la foto con el preciado distintivo que debía marcar un antes y un después. Fabra, en su discurso, no dudó en vincular la internacionalidad de la fiesta con el aeropuerto en marcha. Para Fabra, con la certificación se daba «un paso decisivo para potenciar el nombre de nuestra ciudad, para conseguir más turistas y para aportar nuestro granito de arena en la salida de la crisis».

Pésima información en internet

La Magdalena, que desde 1980 ya tenía la consideración de Interés Turístico Nacional, pasaba a formar parte pues de la agenda del portal de promoción turística de España www.spain.info, el más visitado del mundo en materia turística. Eso sí, si depende de la información recogida en la citada web sobre las fiestas de Castelló el hecho de atraer al turista extranjero, lo cierto es que la aventura es complicada. En una visita ayer mismo al enlace de las Fiestas de la Magdalena hay apenas un párrafo sobre las fiestas y, por no haber, no están siquiera, a tres días del inicio de los festejos, no ya el programa de fiestas, sino las fechas en las que se celebra.

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