Los colectivos de agricultores de la provincia de Castelló han retomado su reivindicación de un trasvase del Ebro y están reclamando una transferencia de hasta 90 hectómetros cúbicos para la provincia en las negociaciones del próximo Plan de Cuenca del Júcar 2015-2021, según confirmaron fuentes de la Unió de Llauradors.
Ésta es una de las medidas estrella que reclaman casi de forma unánime los colectivos de agricultores mayoritarios (liderados por la Unió de Llauradors y Fepac-Asaja), aunque en ambas entidades plantean modelos de trasvase menos costosos que el del anterior Plan Hidrológico Nacional (PHN) del gobierno de José María Aznar, que fue derogado por razones de impacto ambiental con la llegada del Gobierno de José Luiz Rodríguez Zapatero.
En el caso de la Unió de Llauradors i Ramaders, la última propuesta que se ha puesto sobre la mesa de negociación contempla un trasvase hasta Valencia de hasta 160 hectómetros hectómetros cúbicos anuales, de los cuales alrededor de 80 serían para la provincia de Castelló. No obstante, se trataría únicamente de una transferencia de excedentes en determinados momentos puntuales y siempre en función del volumen de precipitaciones y del caudal del río. La filosofía, que se pueda aprovechar hasta la última gota de cualquier agua excedente por precipitaciones, como por ejemplo la que ha obligado a desembalses de emergencia en Castelló tras el último temporal.
Por lo pronto, el responsable de políticas hídricas de la Unió de Llauradors, José Ramón Urban, avanzó que tanto la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) como el Ministerio de Medio Ambiente están siendo «muy receptivos» a la propuesta del trasvase, que se enmarca dentro de la reivindicación de todo un Plan Hidrológico Nacional viable y que pueda aplicarse en los próximos años.
A este respecto, la Unió de Llauradors hace hincapié en que el trasvase es sólo una de las muchas medidas que se plantean, entre las cuales destacan también una mejora drástica de la reutilización de aguas, la reversión de la salinización de acuíferos provocada por la sobreexplotación y la utilización de grandes bolsas de acuíferos subterráneos de la provincia que siguen sin ser aprovechados debido a la falta de inversiones.
Una de las principales acciones sería el aprovechamiento de los cerca de 12 hectómetros cúbicos de agua que la provincia de Castelló vierte al mar por el constante bombeo y drenaje de las zonas húmedas de la costa al objeto de evitar la inundación de urbanizaciones y edificaciones.
Una segunda actuación clave sería el estudio definitivo y la inversión para extraer de forma controlada agua del acuífero situado en el subsuelo de la Serra d'Irta, lo cual permitiría añadir un importante volumen de agua de alta calidad a las reservas castellonenses. En tercer lugar destaca la regeneración de los acuíferos salinizados por la sobreexplotación que provocó la intrusión marina en municipios como la Vall d'Uixó, Moncofa, Xilxes o Nules. Las negociaciones se están llevando a cabo con un intenso calendario de reuniones con múltiples actores de todas las provincias incluidas en la cuenca hidrográfica y el objetivo marcado es poder presentar un borrador para el mes de junio, un documento que resultará clave para el futuro de la cuenca del Júcar y también para las próximas negociaciones de un futuro Plan Hidrográfico Nacional.
Mientras tanto, la Unió de Llauradors sigue lamentando la inversión millonaria en las desaladoras de Moncofa y Orpesa (57 y 51 millones respectivamente), que siguen sin entrar en funcionamiento ante la falta de demanda y el elevado precio que tendría el agua.
