La localidad de Canet lo Roig ha tenido que recurrir a un viejo pozo para suministrar agua a los vecinos del municipio mientras se restablece el servicio de agua potable habitual, que llega desde Vallibona y que se ha visto dañado por las lluvias de marzo. Los barrancos bajaron en tromba por las fuertes lluvias de marzo y el agua y las piedras se llevaron por delante parte de la tubería. Desde la rotura del canal y, de forma temporal, se está bombeando el agua de este viejo pozo que, usualmente, tiene altos niveles de nitratos. Por ello, la Conselleria de Sanitat está analizando semanalmente el agua que procede del aljibe para asegurar que el suministro es potable, según explicaron fuentes del consistorio.
La tubería estuvo ya estropeada entre los meses de noviembre y febrero de este año al parecer por las mismas causas, un episodio de fuertes lluvias que afectó a la infraestructura. Durante sus 28 kilómetros de trazado la tubería cruza en varias ocasiones el río Cervol, por lo que en períodos de fuertes lluvias y riadas son frecuentes las roturas.
La solución provisional, entonces, fue la misma que la tomada ahora: recurrir al viejo pozo. Desde el consistorio, aseguraron que la reserva de agua se halla «a rebosar tras las últimas lluvias y canaliza el excedente de agua para su uso agrícola, para la recarga de cubas para los interesados y atomizadoras», aseguró ayer la alcaldesa de Canet lo Roig, Mª Ángeles Pallarés.
Sin embargo, a principios de año, el arreglo de la tubería se demoró «por causas medioambientales» y es que al parecer el trazado de la actual tubería que abastece a la población transcurre por una zona de máxima protección en la que anida el alimoche, lo que demoró la resolución de los trabajos.
Ahora, esta nueva intervención para reparar la infraestructura se ha cuantificado en 44.000 euros. El proyecto se ha enviado a la Diputación de Castelló para que se haga cargo de su abono. La conselleria de Gobernación abrió líneas de actuación urgente ante los daños producidos por la lluvia y fue ahí donde Canet presentó el proyecto de reparación que se halla a la espera de los últimos informes.
Una situación repetida
La situación no es nueva y se produce cada 10 o 12 años, aseguran desde el ayuntamiento canetano. La tubería se construyó hace 50 años en un paraje que hoy es parque natural y cuya reparación es complicada. Un coto de caza protestó ayer por los perjuicios que la situación le está ocasionando, al no recibir el suministro normal de agua, lo que le está generando anulaciones de clientes por la imposibilidad de ducharse o disponer de agua corriente.
Por su parte, la alcaldesa María Ángeles Pallarés aseguró a Levante de Castelló que «todos los vecinos tienen agua, existen contactos con Tragsa y Facsa. La Conselleria de Gobernación sabe del problema y nos ha incluido en las ayudas de cara a restablecer el suministro», ya que «viene el verano, el calor y los visitantes y queremos llenar la piscina», indicó. El consistorio se interesará hoy de nuevo ante Gobernación por la problemática del agua.
