La solución a las aguas fecales de Borriol tendrá que esperar. La diputación confirmó ayer el retraso de la canalización que conectará con la depuradora de Castelló. Se trata del proyecto que sustituye al de la depuradora de Borriol, que hubo que cancelar tras el escándalo de los terrenos vinculados al exvicepresidente Francisco Martínez. Por este asunto se sentarán en el banquillo de los acusados, entre otros, el propio Martínez y el exalcalde de Borriol Adelino Santamaría.
El nuevo proyecto tiene un presupuesto de 2,2 millones de euros, de los que 800.000 estaban asignados para este año. Sin embargo, la diputación ha decidido desprogramar 431.000 euros para destinarlos a otras cuestiones, ante la previsión de que no se gasten. El motivo es que la redacción del proyecto se ha retrasado hasta después del verano, según confirmó el vicepresidente primero, Miguel Barrachina.
La nueva actuación consiste en la ejecución de una nueva canalización de nueve kilómetros que que conducirá las aguas residuales de Borriol hasta la depuradora de Castelló, donde serán tratadas. Esta planta tiene capacidad suficiente para recibir las aguas de Borriol, que apenas representan un 2,4 % del volumen que puede tratar.
Educación
El pleno de la institución también aprobó, con los únicos votos favorables del PP, la abstención de Ciudadanos y el voto en contra del PSPV, Compromís y Castelló en Moviment, instar a la Generalitat a que cualquier modificación normativa que lleve a cabo en materia educativa «garantice la libertad en la elección de la lengua y del centro educativo».
