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Reggae intergeneracional en el Rototom

Los jubilados de la Garrofera disfrutaron de la jornada en el recinto La noche estaba reservada a Morodo en el Main Stage

el festival rototom de Benicàssim tiene a gala ser un espacio de encuentro sin importar raza, nacionalidad, creencias o, incluso, edad., Los mayores de la asociación de jubilados y pensionistas la Garrofera pudieron comprobarlo de cerca en la visita que realizaron al recinto. f ángel sánchez El periodista de Al Jazeera, Sami Al-Hajj desgranó un duro relato en el Foro Social sobre su ingreso en Guantánamo f ángel sánchez Pese a la lluvia de la tarde, el Main Stage se llenó en la noche del lunes f a. sánchez

El público asistente del Rototom procede de un total de 73 nacionalidades diferentes como Alemania, Francia o Canadá. A lo largo y ancho del recinto se respira un gran ambiente entre diferentes culturas que tienen un objetivo común: disfrutar al máximo del festival reggae.

Muchos de los asistentes han acudido desde muy lejos, como por ejemplo desde África, y lo han hecho en familia por lo que los niños son una parte más del público del Rototom. Asimismo, el festival que se celebra en Benicàssim hasta este sábado no entiende de edad y ayer por la tarde recibió a un grupo de personas un tanto especial. Alrededor de 80 miembros de la asociación de jubilados y pensionistas La Garrofera del municipio se desplazaron al recinto para disfrutar de una jornada llena de actividad. Ataviados con un sombrero que les regaló la organización del Rototom, los mayores recorrieron las diferentes áreas del festival y no dudaron en participar en alguna de las actividades programadas y también realizaron degustaciones de diferentes platos gastronómicos que ofrece el espacio.

Llegadas las 19 horas, algunos de los asociados de la Garrofera, así como un gran número de asistentes, se acercaron al Foro Social para escuchar el relato de Sami Al-Hajj. Dentro del debate «Prisioneros en Guantánamo», el periodista y cámara de Al-Jazeera Sami Al-Hajj, que compartió mesa con el presidente de Amnistía Internacional, Alfonso Sánchez, narró los siete años que pasó tras los muros de la base estadounidense en Cuba tras ser detenido ejerciendo su labor periodística en Afganistán. «Hoy os hablo sobre un crimen que fue contra el ser humano con diferencia de su color, de su nación, por los EE UU, ese estado grande que creemos que quería la paz y seguía los derechos humanos y la libertad"« comenzaba su relato Al-Hajj quien pasó 400 días en huelga de hambre durante su encierro «y aún sufro problemas de salud por la huelga de hambre, con problemas psicológicos por las torturas físicas y psicológicas».

Al-Hajj enumeró alguna de las personas que continúan presos en Guantánamo «llevan 13 años de su vida en una celda y muchos de ellos no saben nada de su familia, es una tragedia» e incidió en la lucha que hay que llevar para conseguir el cierre de la base militar en Cuba y poner de manifiesto la «locura» de este presidio ilegal, así como lograr que los líderes políticos estadounidenses paguen legalmente por las «detenciones arbitrarias» y la «violación de derechos humanos» que se cometen en el interior de Guantánamo.

En el plano musical, los sonidos españoles invadirían el Main Stage de la mano de Morodo ya entrada bien la noche. El artista nacional regresó ayer a Benicàssim para presentar su nuevo disco, Reggae Ambassador. También estaba previsto que Clinton Fearon (ex Gladiators), pisara ayer el Main Stage así como Sierra Leone's Refugee All Stars, un proyecto musical integrado por refugiados que salieron de Sierra Leona hasta un campo de Guinea huyendo de la guerra civil en su país, donde formaron la banda. Barrington Levy tenía previsto ayer cerrar el escenario principal.

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