El Villarreal B es humano y no va a ganar todos los partidos de la fase regular. La prueba la tuvo ayer en El Collao donde el equipo de Paco López fue derrotado por un duro y pegajoso Alcoyano por 2-0. Goles de mucha fortuna. de rebotes y demás jugadas fortuitas. El filial amarillo fue de menos a más y no estuvo tan fino como en otras citas el conjunto de la Plana Baixa. Apenas inquietó la portería alicantina y todos los sobresaltos en su propia área llegaron por indecisiones. Primera derrota que no es más que un pequeño borrón. Tocará centrarse en la próxima cita ante el Llosetense, en el Mini Estadi.

Un despiste. Un descuido le costó el 1-0 al filial amarillo que marcó la diferencia en un primer gran primer tiempo donde cara a cara midieron sus caras dos muy buenos equipos y ello se fue traduciendo una lucha titánica por todos los rincones de El Collao. La escuadra vila-realense saltó al terreno de juego con descaro y jugando, que es lo que sabe hacer. Por la derecha Iván Alejo hizo estragos con su endiablada velocidad. Una penetración suya en el minuto 5, casi acaba en gol en propia portería por parte del central Óscar López.

Pero el 1-0 trastocó los planes a las primeras de cambio. Una acción desde la banda izquierda, con centro de Alfaro, acabó con un remate a bote pronto Rubén Ramos para enviar el balón al fondo de la portería de Aitor Fernández. Se pudo haber hecho mucho más en defensa porque todavía quedaba mucho tiempo. El Alcoyano poco a poco fue aplacando al submarino amarillo. El propio Alfaro y un activo Mustafá pudieron incrementar la renta. Carlos Martínez tuvo la aproximación más peligrosa para el equipo de Paco López en la tarde de ayer.

La incomodidad siguió en el segundo tiempo del enfrentamiento. En el minuto 51 pudo llegar el 2-0 en una falta muy peligrosa en la frontal del área que lanzó Yacine y el balón salió por la derecha de Aitor. Un segundo aviso que dejó bien a las claras las intenciones del Alcoyano.

Los alicantinos insistieron e insistieron y sentenciaron el encuentro en el minuto 79 por mediación de Yacine, que desvió un tiro de su compañero Rubén Ramos que, aparentemente, se iba fuera. Ese gol fue la sentencia para el submarino amarillo.