Desde que llegó a Castalia, Kiko Ramírez está sabiendo cuándo apretar y cuándo aflojar la exigencia a sus jugadores. Cuando el Castellón estaba en crisis, se esforzaba por subrayar los aspectos positivos. En el precipicio del partido en Elche, por ejemplo, en el 2-0 en contra en el descanso, les dijo que ante sí tenían una oportunidad más que un problema: una ocasión inmejorable para remontar al poderoso filial ilicitano y cambiar la inercia de la temporada. El Castellón ganó 2-3 en el último segundo del partido y enfiló una racha que llegó a las ocho victorias consecutivas. Tras conseguir la segunda mejor racha de la historia del club, con el 1-0 in extremis contra el Rayo Ibense, Kiko habló sin embargo de fracaso. «Hemos fracasado todos, y yo el primero», afirmó, pese al triunfo y los tres puntos. Ayer, en la misma tónica, habló del empate del domingo pasado en Sant Vicent del Raspeig («un aviso y un toque de atención») y advirtió a los suyos de las dificultades que les esperan mañana en Castalia, pese a recibir al Acero, colista de la categoría.

«Venimos de empatar con un equipo en descenso y nos debe servir para estar alerta. Viene un rival (el Acero) en una mala dinámica, pero no va a perder siempre. Si mi equipo quiere hacer algo esta temporada, debe partir siempre desde el respeto al rival y dando lo máximo en cada partido», aseveró. «Ellos vendrán a defender, sin presión, sabiendo que el tiempo corre a su favor. A todo el mundo le gusta venir a jugar a Castalia. A mí me preocupa que los míos compitan bien, sin caer en la ansiedad, sin relajarse y sabiendo que va a costar muchísimo».

No se fía Ramírez del Acero pese a lo que diga la clasificación. No se fía de nadie. No quiere que su plantilla se relaje, bajo ningún concepto. Por eso dio el toque de atención en la semana previa al desplazamiento a Sant Vicent del Raspeig. Allí, pese a no ganar, «el equipo hizo el mejor primer tiempo desde que llegué al Castellón. Como entonces, ahora van a jugar quienes estén al cien por cien. En un gesto que le honra, Carrillo me comentó que no estaba a tope, y por eso el domingo no jugó», explicó el técnico albinegro. «La idea es esa, que jueguen a tope los que entrenen a tope».

Tariq, «un depredador»

Por eso es probable que el último fichaje del Castellón, el delantero Tariq Spezie, se vea obligado a aguardar su oportunidad en el banquillo. «Es muy probable que entre en la convocatoria y que tenga algunos minutos, pero debemos ser cautos con él y no precipitarnos. Viene de no competir y lo necesitamos en buena condición física».

Ramírez, que abrió la puerta a algún refuerzo de última hora («siempre puede haber sorpresas, como alguna salida, aunque ahora mismo estamos tranquilos, pero si es necesario se fichará, siempre sin pasarnos de los parámetros económicos del club»), se congratuló de poder contar con un delantero de la trayectoria de Tariq, máxime tras la nueva lesión de Rubén Fonte. «Por las lesiones, Antonio estaba sin competencia y ahora la tiene. Somos un equipo que llega muy bien a tres cuartos, que mete muchos centros al área, y ahí un rematador puro como Tariq lo vamos a aprovechar. Es un depredador del área».