Es un derbi joven y raro el que enfrenta hoy en Castalia a Castellón y Borriol. Sobre todo es raro, puesto que al contrario de lo habitual, la rivalidad reside más en los vestuarios que en las gradas, donde es prácticamente inexistente. Pero en el Borriol de Fernández Cuesta, como se demostró en el inolvidable 4-0 de la primera vuelta, germina un sentimiento de agravio que se refleja en un extra de motivación en el campo. No en vano, la plantilla rojilla tiene pasado albinegro en casi su totalidad. En muchos casos, los que ahora juegan en el Borriol sintieron y sienten que debieron y deben vestir de albinegros.

Esa fue la fuerza que movió el rodillo del Borriol en el Palmar, en la goleada que arrasó a base de amor propio al Castellón del pasado, el de Ramón María Calderé, Rubén Suárez y Javi Selvas. Ninguno de ellos estará hoy en Castalia, donde el equipo de Kiko Ramírez busca reencontrarse con la victoria tras tres semanas de tropiezos. Es un duelo de necesidades y necesitados. El Borriol arrastra cinco jornadas sin ganar y reserva el brillo para las ocasiones especiales. Pese a ganar a equipos de la talla de Saguntino, Villarreal C o Castellón, ve de cerca la zona de descenso. Fuera de casa su rendimiento es preocupante: solo ha ganado un partido.

Pero si los números sirven normalmente de poco (el empate del colista Acero en Castalia está reciente), esta vez todavía menos. Para la mayoría del Borriol, jugar en Castalia es jugar en casa con una novedad gozosa: se juega sin la presión del local. Con la duda del central Pepe Mora y las bajas del zaguero Gonzalo y el mediocentro Enric Barreda, el cuadro rojillo medirá el cuajo del Castellón de Kiko, en plena reconstrucción tras la ruleta de entradas y salidas que vivió en el mercado de invierno.

Así las cosas, hay curiosidad por examinar las caras nuevas del Castellón. El once es una incógnita con tanto baile, pero varios de los refuerzos entrarán en la citación y alguno de ellos incluso quizá en el once. Kiko recupera efectivos y las opciones se le amontonan. Las lesiones (Rida, Saizar y Fonte) se ciñen a la parcela ofensiva y la gran incógnita es la manera elegida para compensar el vacío de Pruden en la banda izquierda.

Por lo demás, batalla entre primos hermanos, con poco espacio para la chanza. Los puntos valen demasiado: el Castellón los necesita para seguir en la pelea de la zona alta; y al Borriol le urgen para evitar problemas por abajo.