La historia está plagada de hombres y mujeres que hacen tener fe en la raza humana, aunque a veces cueste. Lo triste es ver cómo las ciudades llenan sus callejeros, sus dotaciones públicas, de placas que recuerdan a personalidades que uno se pregunta qué habrán hecho para merecer eso. Sonroja por ello encontrarse con la figura de Ángel Luis Massotti, con el Gran Doctor Blanco, y ver que su nombre permanece intacto en la memoria de muchos que le conocieron, pero oculto a gran parte de la sociedad.
En 1971 el doctor Massotti puso la primera piedra de la ONG más veterana de la provincia de Castelló, Medicus Mundi, organización que ya había empezado a rodar en 1963 con una sede en Barcelona. Massotti, con el inestimable apoyo de su mujer, Carmen Alcaraz, viajó de forma incansable por la selva de Camerún, Colombia, Congo, Perú o la entonces conocida como Alto Volta, hoy Burkina Faso, en cuya capital, Safané, dio impulso a su hospital. Muchos esfuerzos, vacaciones sacrificadas y kilos de medicinas para intentar ayudar a una población abandonada de la mano de pionero Massotti, que falleció en noviembre de 2001 en su hogar de la calle Arquitecto Traver de la capital de la Plana.
Hoy, 45 años después, Medicus Mundi Castelló mantiene intacto el espíritu del fundador con un equipo muy activo integrado por cerca de 140 personas y que abre las puertas a la colaboración de toda la sociedad. Presidido por Belén Martín, el colectivo tiene una meta: luchar por la salud global desde el voluntariado. Su lema es muy claro: Medicus Mundi «existe para contribuir a generar cambios en la sociedad, fomentando una cultura de solidaridad y compromisos ciudadanos, que hagan posible la erradicación de la pobreza y permitan que la salud sea un derecho al alcance de todas las personas».
Jesús Delgado, vicepresidente, y Gonzalo Pareja, director de la oficina técnica en la capital de la Plana, recuerdan que no hace falta estar vinculado al mundo sanitario para formar parte de la entidad. El propio Jesús Delgado nos aclara que él es arquitecto. «El voluntariado necesita de todo el mundo, y en Medicus Mundi necesitamos profesionales de todos los ámbitos porque tenemos que exigirnos los mejores resultados en las acciones que desarrollamos todos los años», señala. »No podemos recibir dinero de los socios sin contar después con un proyecto serio. Hacen falta arquitectos, contables, médicos....», insiste delgado.
Gonzalo Pareja subraya que en la actualidad la sociedad está, afortunadamente más sensibilizada, algo que , en cualquier caso, no se traduce en la implicación que les correspondería a las instituciones públicas. Sin ir más lejos, rememora el famoso 0,7 por ciento que siempre se ha exigido como porcentaje de los presupuestos de las administraciones para proyectos para el desarrollo, que apenas cumplen municipios como Vila-real o Morella.
Medicus Mundi Castelló tiene un gran peso en la organización, hasta el punto de que han sido pioneros a nivel nacional en constituir la Red Sanitaria Solidaria de Castelló, a la que se han sumado el ayuntamiento y los colegios oficiales de dentistas, enfermeros, médicos, fisioterapeutas, podólogos, psicólogos y las universidades Jaume I y Ceu San Pablo. La idea no es otra que coordinar esfuerzos y no duplicar iniciativas, fomentando así la cultura de la solidaridad.
