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Cómo diseñar instrumentos con trozos de cañas

Decenas de niños junto a sus padres tuvieron la oportunidad de fabricar con sus manos flautas y ocarinas

Cómo diseñar instrumentos con trozos de cañas

Una buena manera de demostrar a los más pequeños el valor de las cosas es enseñándoles a hacerlas ellos mismos, no solo porque así son conscientes de que todo esfuerzo tiene recompensa, sino porque además aprenden a reconocer sus propias capacidades, que suelen ser muchas. Solo hace falta motivarles para que lo intenten

Este fue uno de los méritos del taller que la Associació Cultural La Corretjola organizó ayer en Nules, aprovechando la programación de «Caps de Setmana al Mercat», una iniciativa municipal que pretende poner en valor y reactivar la actividad local tomando como epicentro este emblemático edificio, en cuyo interior se organizan desde conciertos, hasta mercadillos de artesanía o antigüedades, por poner algunos ejemplos.

Aprovechando este contexto, desde la concejalía de Infancia y Juventud se le propuso a La Corretjola organizar algún tipo de actividad cultural que tuviera como protagonista a los más pequeños y que permitiera transmitirles los valores tradicionales valencianos. Tomando este encargo como un compromiso, la asociación se puso manos a la obra, o mejor dicho a la programación, y decidieron proponer un taller en el que los niños y niñas que acudieran a la cita pudieran crear con sus propias manos instrumentos musicales, pero no con cualquier materia prima, sin con una muy característica de la zona y que pueden encontrar con facilidad: la caña.

Para desarrollar el taller invitaron a Llàgrimes de ceba, una agrupación que, entre otras cosas, se dedica a recuperar la música antigua valenciana y que organiza «actividades de este tipo», según explicó el presidente de La Corretjola, Jaume Segura.

Desde primera hora de la mañana, los responsables del taller, con la colaboración de varios miembros de La Corretjola, comenzaron a preparar todo lo necesario para conseguir que los niños pudieran crear un instrumento musical de un trozo de caña. Pero además, montaron una pequeña exposición para demostrarles que era posible.

Un aspecto interesante de este taller es que requería de la implicación de los padres o mayores que acompañaban a los jóvenes participantes, por lo que la iniciativa se convirtió en una propuesta familiar que promulgó la unión entre padres e hijos.

Punzones, tijeras, cordel, lijas, serrucho, destornilladores o pegamento eran los materiales que llenaron la mesa en la que los niños se dejaron asesorar por los expertos para llevarse a casa su propio instrumento, ya sea una ocarina o una flauta. Y, lo más interesante, es que suenan y que con ellos se pueden obtener notas musicales, aunque lo de entonar una melodía ya dependerá del talento y el oído musical de cada improvisado artesano.

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