Cerca de 100.000 personas participan hoy en la tradicional Romeria de les Canyes marcada este año por la polémica tras la decisión del equipo de gobierno de no asistir a la misa previa en la concatedral. Las reinas y damas tampoco han entrado.

Convertida en un manto verde por el color de las cintas que cuelgan de las 25.000 cañas repartidas en esta edición, la plaza Mayor de Castellón ha sido el punto de encuentro para los romeros antes de iniciar el camino hacia el ermitorio de la Magdalena y sellar así el sentimiento colectivo como pueblo.

A las 6.30 horas, la campana Vicente ha 'entonado' desde el Fadrí los primeros repiques para anunciar el día grande y convocar a los peregrinos.

Miles de ellos han acudido puntuales hasta el Mercat Central de la población para recoger una de las 25.000 cañas preparadas y repartidas, un año más, por la familia Renau, con Fernando Renau, el 'canyer' oficial, al frente.

En un ambiente festivo marcado por la tregua dada por la lluvia y el viento, y bajo el inconfundible sonido de la dolçaina y el tabal, los romeros, caña en mano, han cumplido mientras aguardaban la salida de la Romeria tras la misa con otra de las tradiciones gastronómicas de la jornada: el desayuno a base de 'figues albardaes'.

También actividad incesante se ha respirado desde primera hora en la planta baja del Ayuntamiento de Castellón, punto de encuentro para representantes festeras -con las reinas Carolina Tárrega y Lola Marco al frente- y las autoridades políticas, que han integrado la comitiva que ha abierto la Romeria.

Entre los representantes políticos, la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, acompañados por la consellera de Vivienda, María José Salvador, el conseller de Educación, Vicent Marzà, y la concejala de Fiestas de Castellón, Sara Usó -ambos vestidos con la indumentaria tradicional-.

También han asistido la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, el expresident del Consell Alberto Fabra y el exprimer edil de la capital Alfonso Bataller.

Momentos antes de partir hacia el ermitorio de la Magdalena, Puig ha mostrado lo "especial" de la jornada, la primera que vive como jefe del Consell, aunque ha destacado que hace "muchos años" que es fiel a la cita porque "Castellón representa una parte importante de mi vida y la de mi familia; es un día emocionante".

Puig ha destacado además que desde la perspectiva institucional "Castellón es una ciudad fundamental para entender nuestra Comunitat".

La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, que ha irrumpido en el Consistorio vestida con el traje de 'llauradora', ha confirmado los nervios ante la celebración de la jornada grande de las fiestas de la Magdalena, las primeras que vive como primera edil.

"Me he levantado a las cinco de la madrugada, no podía dormir", ha reconocido ante la prensa.

"Hoy es un día importantísimo para la ciudad, un día para disfrutar del campo, de ir con la gente camino al Castell Vell, nuestro origen. Esperamos que la lluvia no empañe el día y disfrutemos de la fiesta", ha deseado.

La llegada de la Romeria al ermitorio ha sido recibida con un terremoto terrestre en lugar de con la tradicional mascletà aérea lanzada otras veces en el paraje de la Magdalena ya que, según la normativa medioambiental, no se puede disparar a menos de 500 metros de masa forestal.

La mascletá aérea se disparará en la Tornà de esta tarde, el acto que escenifica la fundación real de la ciudad con la materialización del traslado de la población desde el Castell Vell y su entrada en la plana con la ayuda de la llum antiga que custodian las gaiatas, que simulan los faroles que alumbraron el camino a los primeros pobladores de Castellón.

Ellas, las gaiatas, protagonizarán a partir de las 20.00 horas otro de los platos fuertes de la jornada: el desfile con el que los 19 sectores de la ciudad darán a conocer a la población los diseños de este símbolo de la fiesta. De sus esclats de llum, sense foc ni fum.